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Asalto a la democracia norteamericana

Por Juan Medina Torres.- Lo acontecido este miércoles en Washington, cuando una multitud de partidarios del Presidente Donald Trump asaltó el Capitolio de los Estados Unidos para presionar a los congresistas, junto con una decena de senadores republicanos, a desconocer los resultados electorales, en una acción nunca vista en la historia política de los Estados Unidos, copó las pantallas y sorprendió al mundo.

Todo apunta a Trump como el responsable de lo acontecido quien, desde noviembre del año pasado, ha venido repitiendo incansablemente sus afirmaciones infundadas en torno a que le robaron las elecciones, a un supuesto fraude generalizado, aun cuando funcionarios electorales de ambos partidos y observadores independientes han desmentido esa posibilidad en las elecciones del 3 de noviembre pasado, y que Biden ganó por más de 7 millones de sufragios en el voto popular nacional.

Cabe preguntarse si el asalto al Capitolio es un hecho aislado o forma parte de un programa de acciones violentistas tendiente a opacar la asunción del nuevo Gobierno Demócrata el próximo 20 de Enero.

La polarización política observada en los Estados Unidos hace presumir  nuevos hechos de violencia política, tendientes a dificultar el Gobierno de Joe Biden, máxime que ahora los demócratas tienen el Gobierno, la Cámara de Representantes y el Senado.

¿Pero quienes consideran a Trump como su líder?

En EE.UU. hay registrados 917 grupos de odio, según datos de 2016 del Southern Poverty Law Center (SPLC). En esta amalgama de organizaciones de extrema derecha se destacan el KKK, nacionalistas blancos, neonazis, supremacistas raciales, como Vanguard America, que se opone al multiculturalismo y cree que los Estados Unidos son una nación exclusivamente blanca. Otro grupo de apoyo a Trump, son los Proud Boys, que dirige Enrique Tarrio, cubano-estadunidense.

Aparte de los grupos de extrema derecha mencionados, existen otros grupos políticos republicanos que siempre estuvieron y continúan estando de acuerdo con su actuación política, lo que hace prever que no cambiarán en el futuro. Ese es el capital político al que se aferra Trump para pensar en una futura nueva candidatura presidencial.

Los hechos de este miércoles dejan pensando sobre la forma cómo los organismos de inteligencia norteamericana no tomaron las debidas precauciones de seguridad de los congresistas que se encontraban junto al Vicepresidente de la República, en un hecho de tanta importancia para la nación del norte.

La opinión pública se pregunta: si la actuación irresponsable de Trump  crea el caos en Washington, ¿qué puede pasar a nivel mundial? Debemos recordar que estamos hablando de la nación más poderosa del mundo.