Pulsa «Intro» para saltar al contenido

El polvorín del Medio Oriente

Por Juan Medina T.- Las últimas informaciones sobre el ataque contra dos plantas petroleras sauditas abren más interrogantes que respuestas y aumentan las dudas sobre el o los verdaderos motivos y  autores del atentado, aun cuando los milicianos hutíes, que controlan parte del territorio yemení, asumen la autoría.

Pero ¿tienen los hutíes la tecnología para realizar dichos ataques? ¿Fueron estos ataques realizados por drones o misiles cruceros? ¿De dónde partieron estos drones o misiles cruceros? ¿Salieron del exterior de Arabia Saudita o los atacantes estaban en el interior? ¿Cómo un país que ha comprado tantos miles de millones de dólares en armas, tiene un sistema de defensa tan vulnerable? ¿Cuál es el verdadero objetivo de estos ataques? Las interrogantes son infinitas y los expertos tienen un campo fértil para establecer hipótesis de diverso orden.

Mientras tanto, Donald Trump -que en un principio era partidario de un ataque armado contra Irán- ahora se muestra arrogante y declara que Estados Unidos es un “exportador neto de energía” y “no necesita el petróleo ni el gas de Medio Oriente”.  Insinuando que el atentado no afecta económicamente a Estados Unidos.

Por otra parte, Arabia Saudita no entrega una versión oficial y el príncipe heredero saudita Mohamed bin Salman, evitó culpar directamente a Irán del ataque y luego el Ministerio de Relaciones Exteriores saudí anunció que invitaría a expertos internacionales y de las Naciones Unidas para que investiguen el ataque.

En medio de este ambiente de creciente tensión e  interrogantes, el precio del crudo sube y las principales bolsas del mundo bajan, afectando las economías de países como el nuestro dependiente del petróleo como una de sus principales fuentes energéticas.

El ambiente que se vive, de amenazas de guerra, es muy similar al que se vivió en la última guerra de Estados Unidos contra Irak, cuando Busch acusó a Hussein de poseer un gran arsenal de armas químicas, que nunca se encontró, y se embarcó en una guerra cuyas consecuencias fueron catastróficas para el mundo,  pero para la industria bélica norteamericana fue exitosa.

Ahora, Estados Unidos aumenta la presión sobre Gran Bretaña, Francia y Alemania, para que corten sus lazos políticos y económicos con Irán y pongan fin a los esfuerzos de esos países de mantener vigente el pacto nuclear del año 2015.

Los ataques a las refinerías ponen en tela de juicio el sistema de seguridad de Arabia Saudita y probablemente aumentara la oferta de los países productores de armas, Estados Unidos e inclusive Rusia, para que los sauditas compren sofisticados sistemas de defensa, un muy buen negocio que movería miles de millones de dólares.

Pero ¿por qué molesta tanto Irán a Estados Unidos? Pareciera que el desarrollo del enriquecimiento de Uranio por parte de Irán es una preocupación, especialmente para Israel, porque daría a Irán la posibilidad de convertirse en una potencia atómica.

Pero a los ataques con drones o misiles crucero, se agregan ahora las últimas declaraciones de Benjamín Netanyahu, el Primer Ministro israelí, que prometió anexar todos los asentamientos en Cisjordania revelando una política, que según los detractores del líder judío, podría encender Medio Oriente y terminar con las esperanzas de los palestinos de establecer un estado independiente. No es fácil pronosticar los acontecimientos futuros de la región.