ElPensador.io.- El abogado y periodista chileno-venezolano Braulio Jatar Alonso es uno de los presos políticos del gobierno de Venezuela. Acaba de cumplir dos años recluido, después de haber sido secuestrado por agentes de seguridad del régimen encabezado por Nicolás Maduro, luego de haber publicado un video en que se veía al Mandatario acorralado por el pueblo en la localidad de Villa Rosa.
El montaje del gobierno concibió cargos asociados al financiamiento de actividades ilícitas, pero no ha presentado testigos ni evidencias y lo ha mantenido recluido sin querer sobreseer la causa, cuyas insólitas características han sido calificadas de manera unánime entre organismos internacionales como un apresamiento político y se ha exigido su liberación desde la ONU, la OEA. Pese a estos mandatos, el gobierno chileno no ha actuado. “Ni este ni el anterior”, aclara Jatar, que en el momento de ser secuestrado y recluido estaba haciendo las gestiones para emigrar a nuestro país, donde ya vive parte de su familia.
Desde mayo de 2017 se le conmutó la pena por arresto domiciliario.
Su fuerza interior, sin embargo, se mantiene intacta, y se niega a hacer juicios o culpar a nadie, con un optimismo ejemplar. Braulio Jatar accedió a conversar con ElPensador.io.
A su juicio, ¿se violan los derechos humanos en Venezuela?
Más allá de mi valoración, que pudiera ser interpretada como sesgada, lo importante es lo que dicen organismos multilaterales como la ONU, la Organización de Estados Americanos (OEA), la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), y países como estados Unidos, Canadá, el Grupo de Lima, la Unión Europea, Japón y ONGs de la jerarquía de Human Right Watch, Amnistía Internacional o el Foro Penal y Provea en Venezuela. Todos coinciden en una sistemática violación de los derechos fundamentales de los ciudadanos.
¿Qué solución puede tener una situación política y social así, considerando que el pueblo ya explotó en las calles y no sensibilizó al régimen de Maduro?
Los presos políticos no somos una especie de eruditos o personalidades con medallas de honor. Por el contrario, somos una hermandad que debe saber valorar la humildad, y dejar en manos de quienes dirigen la oposición hacer su trabajo. Jorge Luis Borges decía: “No hables a menos que puedas mejorar el silencio”.
Si Maduro mantiene el control de las Fuerza Armadas, ¿esta situación no tiene salida?
No conozco ningún problema que no tenga solución. Los chinos tienen un proverbio: “Si un problema tiene solución, no hace falta preocuparse. Si no tiene solución, preocuparse no sirve de nada». Este (problema) tiene solución con más democracia.
¿Qué debería hacer la comunidad internacional?
En mi caso particular, hemos reclamado que el Estado Chileno, no ha acompañado a los organismos como la ONU, OEA y CIDH, los cuales han fallado a mi favor. Por ejemplo, el Grupo de Trabajo de la ONU en junio de 2017, exigió mi libertad plena e inmediata y compensación económica. Nadie en el gobierno de Chile, ni en el anterior y menos aún en este, hizo nada por hacer cumplir ese mandato de obligatorio cumplimiento. Lo que quiero decir con esto, es que a veces la comunidad internacional es criticada por su lentitud o falta de oficio, pero también es cierto, como en mi caso, que sus pronunciamientos a mi favor no han sido acompañados por los países obligados a exigir su cumplimiento (Chile) o forzados a cumplirlas (Venezuela).
En ese contexto, ¿qué espera de Michelle Bachelet como comisionada de derechos humanos de la ONU? Se lo pregunto tanto en el caso de Venezuela en general como en el suyo propio.
Estoy convencido que la (ex) presidente Bachelet va a jugar un papel muy importante en el futuro de Venezuela, por lo que me pongo a su orden en esa tarea. En mi caso en particular, la orden de la ONU está allí para ser cumplida, espero que ella se haga de las herramientas necesarias para que se ejecute conforme al derecho internacional. Ella sabe y conoce muy bien mi caso, siempre mantuvimos a la Cancillería informada y el mundo reconoce mis dos años de cárcel como una detención arbitraria.
Si el gobierno le diera un salvo conducto para salir del país… ¿usted se iría?
El gobierno chileno sabe muy bien que cuando fui secuestrado estaba en los trámites de hacer a mi familia de todos los documentos chilenos. Mi hija Claudia tiene un año con ustedes en Chile. Mi sueño era acompañarla a instalarse y dedicarme a escribir. Ya he escrito cinco libros en cautiverio y publicado cuatro. Mi sueño es llegar a Chile y besar a mi hija, y junto con mis hijos sentarme a escribir rodeado de sus hermosos paisajes.
A su juicio, ¿qué ha hecho bien y mal la oposición considerando que Maduro sigue ahí?
No hay nada más fácil que criticar. Yo siempre digo “…adelante, adelante por encima de los obstáculos, adelante. No conozco a un solo pesimista que ha hecho historia”. Hay cosas que toman tiempo. No son culpa ni acierto de nadie. Hay un proverbio árabe que dice: “Es mejor encender una luz que maldecir la oscuridad”.