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Hablemos de Huella Hídrica

Por Romina Prono.- Hoy parecería que todas las miradas están en la Huella de Carbono, ahora bien hablemos de la Huella Hídrica, no menos importante, la cual mide el consumo directo e indirecto de agua de las personas y organizaciones. Entendiéndose por consumo directo, al más obvio o evidente, como ser el volumen de agua que bebemos, que utilizamos para cocinar o higienizarnos; y como consumo indirecto, el volumen de agua dulce necesario para la producción de bienes y servicios que consumimos habitualmente, y es tan aplicable a la producción de un microchip como a la producción agrícola ganadera.

Hoy se calcula que un 70% de la huella hídrica mundial está relacionada a lo que comemos y bebemos. Por otro lado la industria de la moda, con el impacto del cultivo de algodón no se queda atrás.

Dirigir nuestras acciones con el fin de disminuir esta huella es tan importante como las acciones para disminuir la huella de carbono. Hoy la crisis hídrica es una de las mayores amenazas a corto plazo. Que el agua cotice en la bolsa de los mercados de futuro de EEUU indica que un recurso que creíamos infinito ahora tiene un precio que fluctúa como el petróleo, oro, trigo…y dispara una alarma.

La huella hídrica avanza y parece no tener freno, el acceso universal al agua potable es un derecho humano, pero su uso irracional y la falta de regulación generaron una importante disminución de las reservas naturales. Actualmente, organizaciones, proyectos, leyes que intentan proteger los glaciares y ambientalistas que luchan para concientizar y resguardar el «oro azul», demuestran que podemos ponernos en acción y contribuir a frenar esta crisis mundial. En fin , como dijo Emma Watson: «Como consumidores tenemos mucho poder para cambiar el mundo solo siendo cuidadosos con lo que compramos».

Romina Prono es Contadora Publica con Máster en Dirección de Empresas dictado por la Universidad Austral.