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La pulsión del contacto en los acuerdos constitucionales

Por Patricio Hales.- Por sobre el atrincheramiento derechista y el homólogo reduccionismo de un sector de la izquierda, avanza la conducta dialogante en la Convención. Sea porque los convencionales, ética y teóricamente, asumen que la Constitución debe ser incluyente o porque las circunstancias los llevarán a procesar sus tensiones, los 155 se consolida la disposición a escucharse tendiendo a acuerdos hacia un texto común. Por tanto, por principios o por la presión de cruzarse en los pasillos, oírse y conocerse, aprenden a procesar los conflictos para la Constitución. La necesidad de encontrar acuerdo se les hace casi ineludible.

Es la comprobada hipótesis del contacto que evidencia que antiguos rivales pueden pasar desde la confrontación y agresión, a la comprensión, el diálogo y la conciliación porque, como proclama Pedro Barría, el contacto modifica percepciones y actitudes negativas, rompe prejuicios y estereotipos. Así quedarán lejanos los que no entendieron que T.Marinovic y J.Arancibia son convencionales de pleno derecho por decisión democrática, nos gusten o no sus opiniones. Y la memoria archivará los desprecios clasistas y racistas a la Presidente Loncón.

No se trata de “eliminar el conflicto…porque el mundo, necesita más conflictos y no menos,…para llamar la atención sobre las injusticias” ( W. Ury). “El desafío no es eliminarlos sino transformar el modo de manejarlos,… sin violencia sin guerras”; y en esta Convención, digo yo, sin descalificación, hostigamiento, amenazas, ni golpes anónimos en la calle.

Desgraciadamente esto, como dice Barría, se aprende lentamente y se desaprende rápidamente. La historia evidencia deshumanización en muchos conflictos: seres humanos privados de identidad personal, descalificados y marcados como rebaño punible. La calificación de “humanoide”, que nos dio a la izquierda la dictadura en Chile y la de “gusano”, a los opositores en Cuba, incitaron lo peor. Esta despersonalización del adversario, propia de las dictaduras, también ha infectado la historia democrática de Chile : ”amarillo, upeliento, facho, balmacedista, comunista, carrerino, beato, momio,” clavando personas en el insectario nacional, quitándole su calidad de tal y prejuiciando todo diálogo. El bulto grupal “nos ahorra las penurias de tratar el grupo como individuos”.(G. W. Allport) Esta dinámica dañina se puede romper con la hipótesis del contacto.

Aurora Delgado (IND-RD): “ estoy conociendo a las personas, …es fundamental el acercamiento….más adelante va a ser más fluido y cercano el diálogo…». Ruggero Cozzi (RN) : «los jardines son un buen espacio para conocernos y conversar entre constituyentes de distintas sensibilidades. Carlos Calvo (Socialista):” un café …. y empieza a surgir…El ser humano… encontrarnos …conocernos y hablar «.

Gaspar Domínguez (INN): “conocerse…ha sido muy favorable. El diálogo …para llegar a acuerdos supone la necesidad de conversar …, intercambiar visiones, ideas … construir propuestas juntas…He logrado hablar y conocer a constituyentes de todos los sectores». Christian Viera (IND- Apruebo): “ … hemos tenido un trato muy fraterno …muy amable a pesar de nuestras heterogeneidades políticas. Ha sido sorpresivo y en un buen tono»,… «he tenido una muy buena relación con Luciano Silva (RN),..he conversado con Arturo Zúñiga (UDI)…con Benito Baranda (INN),…una estupenda relación y lo mismo con la compañera Francisca Arauna (Lista del Pueblo)». En USA la integración racial se hizo obligando al contacto, prohibiendo barreras; su éxito fue evidente y su retrocesos, entre otras causas, por disminución de los contactos intergrupales. Austria, Bélgica, Colombia, Chile, España consiguieron reconstrucción democrática porque los líderes políticos con responsabilidad en su quiebre y solución, subordinaron discrepancias al objetivo democrático. Avance y pérdidas (Barría, “Aprendizaje Político: Venezuela. Perspectiva Comparada”).

Las actitudes, conductas y cultura política no tienen cambios irreversibles y deben ser permanentemente reforzados. Mandela, 27 años injusta y cruelmente preso, desechó la opción confrontacional del Congreso Nacional Africano, medió, hizo política creando confianza y seguridad para todos, disolvió el temor de los dominadores blancos hacia la mayoría negra mal tratada, segregada por años, garantizando que los oprimidos del ayer no serían los opresores del mañana.

Los 155 de la CC saben que Chile espera una Constitución y no un programa de gobierno, ni la ideología de algunos electores. Como dice Benigno Benigni de la Constitución Italiana: “La Costituzione é la Mamma,…nostra mamma”. Además de una Nueva Constitución, los convencionales, podrían sentir el orgullo de ejemplificar , a las próximas generaciones, cómo se pueden procesar los conflictos y mejorar la convivencia política del país que compartimos.

Patricio Hales es arquitecto, ex diputado, ex embajador y autor de “Mi encandilamiento comunista”