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¿Quién se beneficia con la manipulación del IPC?

ElPensador.io.- El hecho que se hayan omitido algunos productos de la canasta con que se calcula el Índice de Precios al Consumidor (IPC) no se trató de un problema computacional, una falla de sistema o una situación fortuita. De acuerdo con la tesis del director del Instituto Nacional de Estadísticas, Guillermo Patillo, hay “indicios de manipulación”, es decir, de intervención humana en ello.

Pero, ¿qué ganaría alguien con manipular el cálculo del IPC? ¿qué clase de beneficio podría obtener una persona en quitar de la ecuación algunos productos que bajaban sus precios para así inflar el promedio y la ponderación en el cálculo, de manera de subir “levemente” el índice mensual, mas o menos una décima de punto porcentual?

Nadie dijo nada oficialmente en el INE, no se apuntó on the record a nadie. Pero off the record, detrás de las cámaras, se filtró el nombre del Jefe del Departamento de Estadísticas de Precios, el ingeniero estadístico Felipe López Borges, un funcionario que se desempeña desde hacía por lo menos seis años en la institución, siendo antes asesor estadístico. Desde 2013, incluso, López, profesional de la Universidad Católica, recorría casas de estudio (hay registros en la Universidad San Sebastián y la Universidad Católica de la Santísima Concepción) explicando los cambios en el cálculo de IPC que se estaban generando en Chile para estar a la par de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico).

En esas charlas, López explicaba las modificaciones metodológicas que se habían hecho en el IPC, las que se enfocaban a mejorar la captura de los cambios de precios especialmente en los ítemes de Prendas de Vestir y Calzado. Al menos en esas áreas, se estimaba ya hace seis años que los datos estarían subestimados, pues entre 2009 y 2013 mostraban una caída de 40% lo que no habría correspondido a la realidad.

Pero, si López fuera el responsable, ¿por qué un profesional respetado y experto en su área omitiría algunos productos para que el IPC subiera en dos meses determinados? ¿En qué se beneficiaba una persona con eso?

Pues en nada.

Pero veamos algunas señales de situaciones ocurridas luego de estos dos meses (si es que son solo dos) manipulados.

En septiembre de 2018, un mes después de los IPC inflados debido a esta manipulación, apareció el Informe de Política Monetaria del Banco Central que apuntaba a las recientes condiciones mostradas por la economía y por la inflación, y advertía que, de mantenerse esas condiciones, se podría retirar el estímulo que se le había dado a la economía, esto es, las bajas Tasas de Política Monetaria (TPM). “El supuesto de trabajo para la TPM contempla que esta comenzaría a aumentar en los próximos meses… la economía ha aumentado a un dinamismo mayor al anticipado y las perspectivas de corto plazo para la inflación total se han vuelto a corregir al alza…”, señala el Informe.

Dicho eso, el mercado reaccionó, y entre septiembre de 2018 y enero de 2019 las tasas de colocación en el comercio se elevaron desde cerca de un 2,5% hasta rozar el 6,5%, como muestra un gráfico del Banco Central.

 

Mientras, las alicaídas colocaciones de créditos bancarios mostraron un 2018 espectacular, con un salto impresionante, de acuerdo a cifras de la misma Asociación de Bancos. En el área comercial, se saltó de una variación de 0,1% en 2017 a 7,7% en 2018.

El dato final de la cazuela: las utilidades de los bancos en 2018 fueron de US$3.443 millones. De estos, US$1.440 millones de lograron después de los datos manipulados del IPC.

#Eso