Por Theglobalist.com.– Una cadena de hechos ha ido determinando el plan geopolítico del presidente de Estados Unidos en Ucrania, siguiendo los que ya se han ido delineando en Medio Oriente.
1.- El presidente estadounidense Donald Trump ha afirmado que Estados Unidos ha gastado hasta ahora US$300.000 millones en la guerra en Ucrania.
2.- Sin embargo, los cinco paquetes de ayuda para Ucrania acordados por el Congreso estadounidense hasta la fecha suman un total de US$175.000 millones.
3.- De esa cantidad, US$70.000 millones se gastaron en Estados Unidos en la producción de armas, lo que generó ingresos para las corporaciones estadounidenses.
4.- Si bien parte del apoyo estadounidense ha llegado en forma de subvenciones humanitarias, gran parte es dinero de préstamos y arriendos que debe devolverse.
5.- Aun así, es incomprensible que la administración Trump ahora exija a Ucrania una “devolución” de US$500.000 millones.
6.- Las exigencias de Trump van mucho más allá del control estadounidense sobre los minerales críticos de Ucrania.
7.- La propuesta estadounidense cubre todo, desde puertos e infraestructura hasta petróleo y gas, y la base de recursos más amplia del país.
8.- Se considera que los términos del contrato equivalen efectivamente a la colonización económica de Ucrania por parte de Estados Unidos, y eso a perpetuidad legal.
9.- Además, implica una carga de reparaciones que no se puede lograr. Las condiciones a las que se enfrenta Ucrania normalmente se imponen a los estados agresores derrotados en la guerra.
10.- De hecho, las condiciones comerciales propuestas por Trump son peores que las sanciones financieras impuestas a Alemania y Japón después de su derrota en 1945.
11.- Alemania y Japón fueron, en última instancia, receptores netos de fondos de los aliados victoriosos. Este enfoque los ayudó en gran medida a recuperar su fortaleza económica y viabilidad general como naciones pacíficas.
12.- Sorprendentemente, si se hubiera aceptado el borrador de Trump de febrero de 2025, sus demandas habrían representado una proporción mayor del PIB ucraniano que las reparaciones impuestas a Alemania por el Tratado de Versalles (1919). Estas propuestas fueron posteriormente reducidas en la Conferencia de Londres de 1921 y por el Plan Dawes de 1924.
13.- El presidente Zelensky rechazó la oferta.
Este artículo fue publicado originalmente en TheGlobalist.com
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