Ya han pasado dos años desde que asumió el presidente Gabriel Boric y Miguel Mendoza Jorquera analiza los vaivenes del poder que han sido parte de este mandato y que tienen al jefe de gobierno dando volteretas.
Por Miguel Mendoza – Este 11 de marzo nuestro presidente Gabriel Boric lleva 2 años en el poder y hasta la fecha su gobierno tiene más sombras que luces, si bien ha cumplido muchas de sus propuestas como las 40 horas impulsada por la entonces diputada Camila Vallejo ahora ministra vocera de gobierno, el copago cero en FONASA, Ley TEA, sueldo mínimo a 500 mil pesos y el royalty de la gran minería entre otras con un 31% de las promesas legislativas cumplidas, hay algunas propuestas que su sector tratan de impulsar pero no hay consenso parlamentario, como la reforma tributaria que ha sido el “gallito político” con la oposición, la condonación del CAE, la refundación de las policías y por supuesto la reforma de pensiones.
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Nuestra primera autoridad empezó su mandato el año 2022 e hizo una grosera campaña para la propuesta constitucional fallida de Elisa Loncón, Jaime Bassa y Fernando Atria, perdiendo 6 valiosos meses para que el presidente se pusiera las pilas y gobernar, cuando el joven mandatario era un pseudo revolucionario fue implacable opositor con el segundo gobierno del expresidente Sebastián Piñera y estuvo a favor de los retiros de las AFPs que después en su gobierno no permitió, una de sus primeras “volteretas” y estuvo a favor de la acusación constitucional contra Piñera para que cayera, es lógico que la derecha política no se lo iban a perdonar entrampando las peleas políticas en el actual parlamento.
Las volteretas magistrales han sido la condonación del CAE, la refundación de nuestras policías, y la militarización del Wallmapu, que ideológicamente era casi su carta de navegación, y por esto se ha tenido que tragar hartos sapos, pero la realidad de Boric, no es el presidente de su sector político o su 25% incondicional, es presidente de todos los chilenos y que se ha dado cuenta con sus recurrentes volteretas de nivel de gimnasta olímpico, si fuera por esto ganaría el oro.
Haciendo historia, el despotismo ilustrado fue una corriente del absolutismo, los reyes tenían todo el poder y su lema era, “Todo para el Pueblo pero sin el Pueblo”, puede que en esta columna sea exagerada la denominación que el presidente Boric sea un déspota ilustrado, pero una de las declaraciones del viernes 8 de marzo del presente, él mismo mandatario dijo la frase “La política internacional del gobierno la decido yo”, y sabiendo que los ministros son secretarios de Estado, quienes aconsejan al presidente en materias que no domina.
Es obvio porque hay temas específicos de carteras que deben ser políticas y técnicas, pero con esta declaración desafortunada de nuestra primera autoridad es infantil y digamos, se pasó 3 pueblos, entonces el ministro de relaciones exteriores Alberto van Klaveren es silente y casi inexistente, dejando un pobre desempeño en nuestras relaciones internacionales, teniendo nuestra diplomacia roces con Israel desde no recibir las credenciales del embajador de este país hasta sacar las empresas israelíes de armamento y tecnología de FIDAE 2024.
No sabrá Gabriel Boric que nuestro armamento y programa satelital nacional es de origen del país hebreo. Es verdad el premier Benjamin Natanyahu con su incursión a Gaza ha violado los DDHH. y el presidente puede hacer una queja con los canales diplomáticos.
Entonces me pregunto ¿Por qué el presidente no condena abiertamente a China, ya que es una dictadura, viola sistemáticamente los DD.HH. y hay fábricas en donde los trabajadores trabajan como esclavos?, pero su sentido de paladín de los DD.HH. es más bien visceral y su sello personal, cuando era candidato prometió a llevar a tribunales internacionales a Sebastián Piñera por su responsabilidad política en las violaciones de DD.HH. en el estallido social que con tanta fuerza apoyó y le dio réditos políticos.
Cuando era candidato presidencial nos dejó una frase para el bronce “Chile será la tumba del Neoliberalismo”, bueno pero seguimos siendo un país neoliberal, hasta que hizo un acuerdo con SQM para mantener 30 años más la concesión del Salar de Atacama, esa misma empresa que hizo rico al Julio Ponce Lerou ex yerno de Pinochet, otra voltereta o paso en falso, pero digámoslo, el presidente es un hombre joven y tiene mucha cuerda para la política, y en año posteriores volverá ser presidente, porque nuestra memoria política es muy frágil.
Boric no ha cambiado, sus convicciones siguen intactas y su grupo de nuevos jóvenes políticos que querían cambiarlo todo, deberán esperar unos años más, porque hay que recordar que Boric no era el candidato de las encuestas en el año 2021 y fue un accidente político, puede que Gabriel tenga una estrella o mucha suerte, sin ser el mejor político llegó a lo más alto y muchos para llegar a la cúspide de sus carreras tuvieron que trabajar mucho, el mandatario no trabajó mucho, no se esforzó mucho y es la primera autoridad del país, de volteretas a déspota ilustrado, sus 2 años ha sido muy mediocre.