Juan Medina Torres recoge una serie de beneficios de los parques en la vida urbana, por lo que son necesarios en el diseño de la convivencia en las ciudades.
Por Juan Medina Torres.- Actualmente, el 55% de la población mundial vive en áreas urbanas y, de continuar las actuales dinámicas demográficas, esa cifra aumentará al 68% en el año 2050, advirtió la ONU.
Se sabe que vivir en ciudades puede generar una serie de problemas sociales y psicológicos, destacándose la contaminación.
Según la Organización Mundial de la Salud, el 91 % de los habitantes de las ciudades respiramos aire contaminado con dióxido de nitrógeno, dióxido de azufre, monóxido de carbono y otros contaminantes que exceden las concentraciones recomendadas, produciendo 4,2 millones de muertes anuales e incrementando el riesgo de padecer cáncer.
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Los parques urbanos como espacios públicos
También se asocia a la contaminación el riesgo de padecer sobrepeso. Según lo expuesto por el Instituto Clínico de Ciencias de la Evolución de Canadá a la BBC, las micropartículas presentes en el humo de los medios de transportes o los cigarrillos tienen el poder de activar procesos inflamatorios, lo que en algunas personas deriva en una ralentización metabólica. Es decir, si nuestro organismo desencadena un proceso inflamatorio, todo se ralentiza y la quema de calorías se hace más complicada.
La contaminación acústica, las aglomeraciones o los atascos provocan un aumento en los niveles de estrés, ansiedad y trastornos en el estado de ánimo de las personas.
En Chile, aproximadamente el 85% de la población vive en zonas urbanas, por lo cual nuestro país enfrenta varios desafíos para mejorar un desarrollo urbano que sea sostenible desde el punto de vista ambiental, social y económico, incluida la planificación de infraestructuras resilientes frente al cambio climático.
Indudablemente, los parques urbanos desempeñan varios roles importantes desde el punto de vista de una planificación urbana sostenible, porque mejoran la calidad de vida de los habitantes al proporcionar espacios verdes y abiertos, aptos para el ejercicio físico, y mejorar la salud mental de los habitantes.
Asimismo, los parques urbanos ayudan a mitigar los efectos del cambio climático, absorbiendo dióxido de carbono de la atmósfera y reduciendo las temperaturas urbanas a través de la evaporación y la transpiración de las plantas.
Además, ayudan a mejorar la calidad del aire al absorber contaminantes y producir oxígeno y contribuyen a la filtración y purificación del agua, al actuar como zonas de recarga de acuíferos y áreas de absorción de agua lluvia.
Otro de los roles dignos de mencionar es el fomento de la cohesión social. Los parques actúan como espacios de encuentro y convivencia para la comunidad, mejorando el sentido de pertenencia y la integración entre diferentes grupos de personas.
En resumen los parques urbanos son componentes esenciales de una planificación urbana sostenible, ya que contribuyen al bienestar de los ciudadanos, la resiliencia de las ciudades frente al cambio climático y la conservación del medio ambiente urbano.
Juan Medina Torres, periodista, Presidente Fundación Cerro San Cristóbal