ElPensador.io.- En medio de la detención del ex general director de Carabineros, Bruno Villalobos, por su participación en la muerte de un estudiante universitario en 1985, cuando era teniente y participó en un operativo de detención, conviene detenerse a recordar el caso, pues así como tiene hoy sin libertad a un alto oficial en retiro, podría acarrear otras consecuencias en las antiguas autoridades civiles de la época: el ex ministro del Interior, Sergio Onofre Jarpa, y su subsecretario, Alberto Cardemil.
El Informe Rettig informa así del caso de Patricio Manzano Gonzalez: “Soltero, de 21 años de edad. Estudiante de Ingeniería de la Universidad de Chile. Muerto. Santiago, Febrero de 1985. El día 9 de febrero de 1985 falleció a consecuencia de la negligencia de agentes del Estado, los cuales, viéndolo en estado agónico a causa de una insuficiencia cardíaca, no autorizaron la atención médica correspondiente”.
Manzano era alumno de segundo año de ingeniería en la sede de Beauchef de la Universidad de Chile. Un reportaje de la época cita a Marcela Campos, una de las voluntarias en esas jornadas, quien declaró que “la mañana del viernes 8 de febrero, varios buses de Carabineros de la dotación de Fuerzas Especiales, con carros celulares y radiopatrullas, ingresaron por la fuerza al campamento de Casuto” y afirma que a los detenidos les llegó de todo: “Golpizas en serie, manoseos, incertidumbre, amenazas, interrogatorio de CNI, Dicomcar y fichaje completo de Investigaciones”.
“En mitad de la noche – dice el relato- lo que comenzó como una crisis respiratoria devino en el ataque cardiaco de Patricio Manzano, atendido a oscuras por estudiantes de medicina que lograron rescatarlo en dos ocasiones sin darse ni un segundo de descanso”.
Campos lo califica de negligencia criminal, porque no recibieron asistencia y los carabineros insistían en mantenerlos encerrados. Al rato, les permitieron el traslado a la Posta, pero ya era tarde y Patricio Manzano falleció en el camino.
El grupo estaba a cargo del entonces teniente Bruno Villalobos a quien apuntan los dardos por el hecho mismo. El mayor de Carabineros de la época, Sergio Gálvez, declaró en un reportaje de televisión que «lo único que yo recuerdo es que el cabro era enfermo (Manzano), era insulino dependiente, y fue del que yo más me preocupé e hice todos los trámites habidos y por haber. Lamentablemente tuvo una falla, no tengo idea de qué falleció en la Primera Comisaría».
Pero el caso gatilló la suspensión del procedimiento policial, quedando libres todos los detenidos. Más tarde, le costó el cargo a quien ejercía como ministro del Interior del gobierno de Pinochet, Sergio Onofre Jarpa, por su responsabilidad en la orden de detención masiva de estudiantes. De su segundo de abordo, Alberto Cardemil, no se supo nada.
Así como la investigación hoy apunta a la responsabilidad de Villalobos, existiría una posibilidad de que el juez Carroza cuestionara todo el procedimiento que dio origen a la muerte de manzano, y para eso tendría que llamar a Cardemil, e incluso a Onofre Jarpa pese a su avanzada edad.