Por José Ignacio Avello.- En la consecución de hechos y realidades se puede evidenciar, sin duda, un cuadro muy complejo en la(s) manera(s) en que actualmente se crea conciencia. Esto nos lleva a profundizar en nuestro entendimiento de los contenidos que forman parte de la construcción del relato de estos dos grandes personajes: Brecht y Chomsky.
La influencia de un sinnúmero de personajes pertenecientes al mundo del arte, de las letras y de la filosofía, como Brecht, Heidegger, Barthes, Marcuse, Van Gogh con su arte y diversas expresiones, nos demuestran cómo a través del tiempo se ha construido una historia sólida en base a diferentes temas que hoy son de gran importancia, determinando que una sociedad sin conciencia no tendrá jamás una identidad fructífera (que permita evolucionar de manera positiva), donde quien quiera luchar contra la mentira y la ignorancia tendrá que enfrentar diversas dificultades, tal como lo planteó Brecht, en su escrito “Las 5 dificultades para enfrentar la verdad».
Vemos que la conciencia e identidad dan fuerza, origen y vida a una sociedad, entregándole consistencia y seguridad al individuo. Sin duda, es hermoso ver cuando una sociedad se construye con estos dos elementos arraigados y fortalecidos, y cuando vemos a un país que lucha por mantener la seguridad de toda su gente y, sobre todo, en los sectores más vulnerables. La idea de construir y avanzar en pos de un bien común en este espacio no podría concretarse sin estas piezas (conciencia e identidad).
El arte, la literatura y la filosofía nos demuestran claramente sus fuertes influencias y cómo se ha construido una sociedad en base a diferentes miradas, pero siempre con la idea de un bien común orientado a la conciencia y la identidad de las sociedades. Nos han aportado a través de estas expresiones la forma de liberarnos y exigir muchas veces lo que nos hace falta para tener una sociedad más justa, pero además nos recalcan que el conocimiento es fundamental para el “hacer” en lo cotidiano.
Ahora bien, no podemos dejar de mencionar los elementos que pueden distorsionar la conciencia colectiva, y referirnos a la manipulación de la información, que es sin duda el daño más grande que se puede generar a la sociedad. Bajo este elemento, hablaré del lingüista y filósofo norteamericano Noam Chomsky, quien a través de la construcción de varios escritos nos relata la manipulación mediática. Desarrolla el decálogo de la manipulación, una de cuyas reglas es la siguiente: “La estrategia de diferir: Otra manera de hacer aceptar una decisión impopular es la de presentarla como “dolorosa y necesaria”, obteniendo la aceptación pública, en el momento, para una aplicación futura” (Chomsky, 2010).
Es en este tipo de eventos comunicacionales que el lector o el ciudadano común y corriente enfrenta una supuesta verdad que fue transmitida sólo con un fin de lograr mantener el control o el descontrol de la seguridad de una comunidad, donde el bien y el mal se cruzan por otros objetivos de grupos económicos o políticos. Es en ese momento cuando la verdad pierde consistencia, y lentamente se va perdiendo la conciencia cuando se descubre lo que realmente pasa.
Este tipo de acciones nos reflejan un mal actuar por parte de algunos grupos, que sólo buscan generar el daño directamente a su propia gente y, por lo tanto, demuestran que la verdad siempre será importante para la construcción de una sociedad con conciencia de lo que hace, dice, vive y expresa hacia el desarrollo de la identidad.
Mi intención de mencionar a este gran hombre ligado al mundo de las letras y la política es que la construcción de su relato ha sido consistente en todas sus formas, y expone o desenmascara la negativa forma que tienen frecuentemente en su actuar algunos medios de la sociedad. Este elemento que expuse nos detalla de mejor manera que la manipulación puede ser el peor enemigo para la conciencia e identidad, como vía hacia el desarrollo de una sociedad más segura y confiable, y cómo se entrelaza lo que planteó Brecht sobre cómo se debe enfrentar la mentira y la ignorancia.
Para concluir, debo sostener que nuestra sociedad en general se ve amenazada por elementos transitorios que distraen y confunden la conciencia colectiva. Esto sin duda, tiene solución efectiva cuando existe una identidad fortalecida. En consecuencia, antes de confiar en una historia, mensaje, noticia o cualquier tipo de medio que nos entrega información, debemos verificar su veracidad, elocuencia y consistencia.