Por Braulio Jatar Alonso.- Tucídides, un historiador y militar ateniense, dijo que “la historia es un incesante volver a empezar”. La semana pasada fue designado Michael Kozak, como subsecretario de Estado de EEUU para el hemisferio Occidental.
Kozak estuvo involucrado en 1991, en los distintos planes para traer a la justicia americana, a los asesinos de Orlando Letelier. En octubre del 2005, John Kerry, Secretario de Estado, le entrega a la entonces Presidenta Michelle Bachelet, un pendrive con cerca de 300 documentos desclasificados sobre el asesinato en 1976 del excanciller chileno en Washington.
Letelier, ex ministro en el gobierno de Allende, había sido apresado por el régimen militar y Diego Arria un estrecho colaborador de Carlos Andrés Pérez, presidente de Venezuela, viajó hasta Santiago, para pedirle al general Pinochet que se los entregara. “Almirante: entréguele el señor Letelier a Don Diego”, fueron las palabras con las que se selló la salida del preso hacia Caracas. Allí mantendría residencia hasta que luego se mudara a la capital de EEUU, en donde una bomba adherida a su vehículo explotaría, matándolo junto con una asistente.
En los documentos entregados por Kerry destaca el nombre de Mike Kozak, quien era un funcionario de asuntos hemisféricos del Departamento de Estado durante la investigación del asesinato de Letelier. En un memorándum, Kozak hace saber que el principal objetivo en el caso Letelier, es llevar a los responsables del crimen ante la justicia y plantea seis opciones:
- Que Estados Unidos presione por un juicio en Chile.
- Que Estados Unidos pida la extradición de los responsables.
- Solicitar a Chile que los expulsen a Estados Unidos o un tercer país.
- Atraer a los señalados del asesinato fuera de Chile y extraditarlos desde un tercer país.
- Capturar a los autores intelectuales con el consentimiento de Chile.
- Arrestar a los culpables en suelo chileno sin autorización de Chile.
El 11 de septiembre, la OEA -con el voto del gobierno de Chile- acordó la activación del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR), para aplicarlo a Venezuela. La representación del presidente Piñera, en una primera oportunidad, se había unido a la propuesta de Costa Rica, de excluir expresamente la “acción militar” como una posibilidad al aplicar el tratado; la petición fue negada, y el TIAR será consultado en todas sus opciones.
El Presidente (E) Juan Guaidó ha dado fin a los diálogos de Oslo y Barbados señalando “quienes usurpan el poder han bloqueado la salida pacífica. Vamos darle continuidad a la activación del TIAR».
La historia indica que Michael Kozak, ahora subsecretario de Estado de EEUU para el hemisferio Occidental, cuando tuvo que decidir cómo actuar en el caso de Letelier, no lo hizo pensando en una sola opción, tampoco excluyendo ninguna.
El cuerpo del ex ministro chileno Orlando Letelier, fue enterrado en 1976 en el cementerio del Este, de Caracas. “El cadáver –señalaba una nota de EFE- fue velado en el Ayuntamiento por el presidente venezolano, Carlos Andrés Pérez”.
Letelier había salido en libertad hacia Caracas, luego volvería para ser enterrado. El gobierno de Chile tiene ahora parte del destino de Venezuela en sus manos. “La historia es un incesante volver a empezar”