ElPensador.io.- “Maduro busca diluir el liderazgo de Guaidó. Quiere que las personas vayan perdiendo la fe en su capacidad de unir a la oposición”. Así lo manifestó un analista político en Caracas anoche, luego que el régimen de Nicolás Maduro construyera un escenario de golpe contra la Asamblea Nacional venezolana al impedir el ingreso del presidente de esa instancia (reconocido como Presidente encargado por más de 50 países), y lograra con su ausencia y el bloqueo a otros parlamentarios opositores, la elección de un cuestionado parlamentario al frente del Congreso de Venezuela.
En efecto, mientras recorrían el mundo las imágenes de Juan Guaidó tratando de entrar a la Asamblea Nacional y siendo expulsado a empujones por la policía sin una orden ni una explicación, Maduro hablaba en público acusando que era Guaidó el que no había querido entrar. En el acto de expulsión de Guaidó y los demás diputados opositores, algunos legisladores se desmayaron y fueron golpeados luego de forcejear con los miembros de los cuerpos de seguridad que impidieron el acceso al Palacio Federal Legislativo.
Así, el chavismo “se tomó” el parlamento y con una minoría de diputados designó a Luis Parra -un congresista acusado de tráfico de influencias, corrupción y expulsado de su partido “Primero Justicia”- como Presidente de la Asamblea Nacional, según el sitio de noticias Reporte Confidencial. Como primer vicepresidente estaría Franklyn Duarte (del Copei), y segundo vicepresidente José G. Noriega, también expulsado del partido Voluntad Popular.
Mientras tanto, Guaidó y la mayoría de los diputados se trasladaron a las dependencia del diario El Nacional de Caracas, donde se realizó la votación. Así, Guaidó fue juramentado con 100 votos en un nuevo período como presidente de la Asamblea Nacional (AN). Para su victoria en un congreso lleno necesitaba solo 84.
De esta manera, se mantiene el liderazgo de Juan Guaidó como líder opositor defendiendo la tesis (respaldada por más de 50 países) de que Maduro es un usurpador del poder y que debe
Desde hace un año, sin embargo, múltiples han sido los intentos de movilización popular para desestabilizar el régimen de Maduro, que incluyeron el intento de secuestro de Guaidó, una campaña internacional de ayuda humanitaria, la liberación del líder Leopoldo López y la sublevación de una parte del Ejército que se tomó una base militar. “Como todo eso no ha tenido éxito, y la oposición no está firmemente unida, la gente de a pie, los ciudadanos comunes que apoyan a Guaidó empiezan a disminuir. Por eso era tan importante lograr una nueva victoria en la Asamblea Nacional, porque así se refuerza el liderazgo con promesa unificadora de Juan Guaidó”, asegura el analista venezolano.
Así, hoy Venezuela amanece con dos “Asambleas Nacionales”, una de las cuales con seguridad trabajará con el régimen de Maduro.
Mientras ello ocurre, el régimen de Maduro mantiene la economía en una grave crisis, con una hiperinflación incontrolable y un severo desabastecimiento de alimentos y medicamentos.
Eso ha llevado a un éxodo de venezolanos que ya suman más de 4,6 millones, quienes han emigrado en su mayoría al resto de América Latina. Se estima que ese número se elevará a más de 7 millones en los próximos 12 meses.