Por Claudio Arzola Foitzick.- ¿Por qué es más cara la estadía en un hotel para un chileno que para un turista extranjero?
Una de las frases más escuchadas por los chilenos es que es muy caro viajar por el país. Las ofertas siempre están orientadas al visitante extranjero, como la exención del IVA en el sector hotelero, el cual emite facturas sin este impuesto que lo hace un 19% más atractivo sólo para quienes vienen de fuera. El requisito es que el visitante no sea residente, pague en dólares americanos y, además, tenga una visa temporal de turista.
En cambio, el chileno debe pagar este impuesto, incluso si el hospedaje no le da una boleta, y eso significa que el viaje se encarece en 19% en comparación con el visitante extranjero. Aunque no todos los servicios relacionados al sector están gravados por este impuesto (como son, por ejemplo, los pasajes aéreos o de los buses; y las excursiones turísticas terrestres dentro de un vehículo). Pero si la actividad involucra un restaurante, entra nuevamente el IVA, lo que significa un gran peso para cualquier bolsillo.
Un frenazo extremo en el sector turismo
La larga cadena de servicios del sector “descarriló” en forma brusca y sin previo aviso. Los últimos 10 meses han sido los peores para el turismo chileno probablemente en el último siglo, producto del confinamiento durante la actual pandemia del COVID-19, aunque Santiago y las ciudades más turísticas del país ya se habían visto afectadas a causa del estallido social, con muchas cancelaciones en las reservas debido a la incertidumbre en la seguridad para el desplazamiento.
Las noticias para el sector turismo en el mundo siguen siendo desalentadoras, y para Chile aún siguen siendo peores con el nuevo rebrote del virus en Europa y de varios lugares del mundo, lo que significará una importante disminución de turistas a nuestro país.
Entonces, se hace necesario incentivar el turismo interno y, de esta forma, reactivar la industria con nuestros propios visitantes.
Una de las formas de incentivo podría ser el traspasar o incluir al turista nacional en esa exención del IVA en el sector hotelero, que beneficia hoy sólo al turista extranjero, y que esta vez también incluya la rebaja del impuesto en restaurantes. Esta sería una buena manera de incentivar y reactivar el turismo y el consumo en el alicaído sector.
Las ofertas actuales en los pasajes aéreos son bastante atractivas, y se transforman en el complemento perfecto para la reactivación de la industria, la cual motiva a los chilenos a realizar viajes a nivel nacional o internacional.
No obstante, el chileno siempre va a privilegiar gastar su dinero en conocer otras tierras, porque aparentemente es más económico en comparación con los destinos nacionales. De hecho, sale más barato ir al caribe en un hotel de 5 estrellas con todo incluido que viajar por Chile. Es evidente que estar varado en un solo lugar es muchísimo más económico que movilizarse por un país, pero la percepción de economía y el estar en otro país lo hace parecer más barato.
La pandemia y sus rigurosas restricciones
La actual pandemia restringe y reprime la entrada de turistas a una gran cantidad de países incluyendo a Chile. Entonces, es la oportunidad que tiene el sector turismo nacional de atraer al viajero chileno, con ofertas que les signifiquen, al menos, un ahorro del 19% (por concepto de IVA).
Una buena noticia entre todo lo malo: Chile ha sido premiado como el Mejor Destino 2020. Este es el primer galardón que recibe nuestro país a nivel internacional en esta categoría. Pero pocos chilenos pueden acceder a las bondades que ofrece nuestro galardonado terruño.
Sin embargo, si no hay turistas, no hay dinero, lo que se traduce en una industria frágil y poco atractiva para quienes quieran vivir del sector turismo, lo que significa una disminución de la oferta y un encarecimiento de los servicios.
Si nos vamos al extremo el turismo virtual podría ser una opción al actual distanciamiento social, pero no reemplazará jamás a las sensaciones percibidas a través de los sentidos, ni tampoco generara la serotonina que es la partícula de la felicidad que se produce al contacto con la naturaleza. Y la percepción de ahorro genera aún más felicidad.