Por Rodolfo Canelón.- Es fundamental que la tecnología busque mejorar la calidad de vida de las personas y colabore con temas como la salud mental, que se ha visto muy afectada tras la pandemia. Es por ello, que ante el auge creciente del uso y utilización de aplicaciones en nuestros teléfonos móviles y las implicaciones que esto determina en la utilización masiva de dichos dispositivos en nuestras vidas cotidianas, se hace posible el uso de aplicaciones para el reconocimiento facial que determinan nuestras emociones básicas.
Aplicaciones que estarán ejecutándose en nuestros teléfonos móviles y analizaran nuestras expresiones faciales, reconocimiento nuestras emociones y automáticamente realizarán acciones que produzcan una respuesta, apoyando la sanidad e investigación social de los individuos, haciendo uso de la inteligencia artificial con sus máquinas de aprendizaje.
Nuestros teléfonos celulares nos permiten configurar gustos lúdicos del interés del usuario móvil para precisar las respuestas que van a ser presentadas al momento de identificar el estado actual en el que se encuentra, por lo tanto se generaran acciones, tales como mensajes de aliento, chistes, canciones, recomendación de películas o series, llamadas a contactos especiales, entre otros.
En la medida que nuestro móvil almacene las emociones reconocidas y sus acciones, permitirá a la máquina de aprendizaje, mejorar su eficiencia en el reconocimiento facial de las emociones y en nuestra interacción y sanidad social.
Las posibilidades de analizar grandes conjuntos de datos y utilizar diferentes técnicas que conduzcan a observaciones esclarecedoras sobre lo que los usuarios móviles piensan y sienten en sus contextos de uso, mejorará las respuestas a los diversos estados emocionales y la calidad de vida de las personas.}
Rodolfo Canelón O. es ingeniero en informática, magíster en Sistemas de Información y Dr. en Ciencias de la Computación.