Agencias.- Un reportaje de BBC Mundo afirma que el gobierno de Donald Trump podría hacer exámenes de ADN a los miles de niños que aún se encuentran separados de sus padres en decenas de campos de detención en la frontera mexico-estadounidense.
Esto, aparentemente, porque no se previó la dificultad que podría tener la identificación adecuada para volver a reunir a las familias separadas arbitrariamente a través de la política de Tolerancia Cero ante la inmigración ilegal.
El secretario de Salud de Estados Unidos, Alex Azar, dijo a la cadena británica que los métodos habituales del departamento eran demasiado lentos y estas pruebas (las genéticas) eran necesarias para cumplir con la fecha límite dada por la Justicia para reunir a las familias.
Así, las pruebas de ADN serían -según el gobierno de EEUU- más rápidas que los medios tradicionales, como la verificación de documentos y revisión de certificados de nacimiento.
La fecha límite para la reunificación de las familias separadas dada por un juez de San Diego es el 26 de julio, en el caso de los niños entre 5 y 17 años. Pero para los menores de cuatro años el plazo final era este martes 10 de julio. Según Azar, cuya agencia supervisa los centros de detención de migrantes, alrededor de 100 niños tenían menos de cinco años.
Jennifer Falcon, portavoz de Raíces, una organización sin ánimo de lucro que brinda ayuda legal gratuita a inmigrantes, dijo a BBC que esta decisión del gobierno de Trump era «una prueba más de que la administración no tiene idea de cómo reunir a las familias».
La preocupación no es solo logística, sino también en términos de privacidad y protección de datos al aplicar exámenes de ADN a menores que no tienen autoridad ni control sobre sí mismos, lo que estaría violando las propias leyes estadounidenses.
Peter Ney, estudiante de un doctorado en informática en la Universidad de Washington, dijo a BBC que hay «tres clases de riesgos: vigilancia genética (para el individuo y su familia), discriminación genética y violación de datos».