ElPensador.io.- El cáncer ha superado a las enfermedades cardíacas como la principal causa de muerte en los países ricos y podría convertirse en el mayor asesino del mundo en unas pocas décadas si las tendencias actuales persisten.
Así lo señalan dos estudios científicos publicados por la revista médica británica The Lancet, en que se mostró evidencia de una nueva «transición epidemiológica» global entre diferentes tipos de enfermedades crónicas.
Si bien la enfermedad cardiovascular sigue siendo, por ahora, la principal causa de mortalidad en todo el mundo entre los adultos de mediana edad, que representa el 40% de todas las muertes, ese ya no es el caso en los países de altos ingresos, donde el cáncer ahora mata el doble de personas que las enfermedades al corazón, mostraron los hallazgos.
«Nuestro informe encontró que el cáncer es la segunda causa más común de muerte en todo el mundo en 2017, representando el 26% de todas las muertes. Pero a medida que las tasas (de enfermedades cardíacas) continúan disminuyendo, el cáncer podría convertirse en la principal causa de muerte en todo el mundo, dentro de solo unas pocas décadas «, dijo Gilles Dagenais, profesor de la Universidad Laval de Quebec en Canadá, quien codirigió el trabajo.
Según los investigadores, de un estimado de 55 millones de muertes en el mundo en 2017, alrededor de 17.7 millones se debieron a enfermedades cardiovasculares, un grupo de afecciones que incluyen insuficiencia cardíaca, angina, ataque cardíaco y accidente cerebrovascular.
Alrededor del 70% de todos los casos y muertes cardiovasculares se deben a riesgos modificables como presión arterial alta, colesterol alto, dieta, tabaquismo y otros factores de estilo de vida.
En los países de altos ingresos, el tratamiento común con estatinas para reducir el colesterol y medicamentos para la presión arterial ha ayudado a reducir drásticamente las tasas de enfermedad cardíaca en las últimas décadas.
El equipo de Dagenais dijo que sus hallazgos sugieren que las tasas más altas de muertes por enfermedades cardíacas en los países de bajos ingresos pueden deberse principalmente a una menor calidad de la atención médica.
La investigación encontró que las tasas de primera hospitalización y el uso de medicamentos para enfermedades cardíacas fueron sustancialmente menores en los países más pobres y de ingresos medios que en los países ricos.
La investigación fue parte del estudio prospectivo de epidemiología urbana y rural (PURE), publicado en The Lancet y presentado en el Congreso de la ESC en París.
Los países analizados incluyeron Argentina, Bangladesh, Brasil, Canadá, Chile, China, Colombia, India, Irán, Malasia, Pakistán, Palestina, Filipinas, Polonia, Arabia Saudita, Sudáfrica, Suecia, Tanzania, Turquía, Emiratos Árabes Unidos y Zimbabwe.
El análisis evaluó a más de 160 mil participantes entre 2005 y 2016. De acuerdo con sus resultados, las enfermedades cardiovasculares ocurren más frecuentemente en países con bajos ingresos (7,1 casos por 1000 al año). En países con ingresos medios la tasa es un poco más baja (6,8 casos por 1000 al año), mientras que en las naciones con altos ingresos llega a 4,3 casos por cada 1000 al año.
Sin embargo, la incidencia de cáncer, neumonía y enfermedad pulmonar obstructiva crónica es más común en países con más altos ingresos.
En la mortalidad general, la diferencia de ingresos parece sí hacer la diferencia. Los países con menores ingresos tienen mortalidades de 13,3 personas por cada mil, cerca de cuatro veces la tasa de los países con mayores ingresos (3,4 casos por cada mil). “Este patrón de alta mortalidad en países con bajos ingresos y baja mortalidad en países con altos ingresos se observó en todas las enfermedades excepto el cáncer”, dice el estudio.
De hecho, en los países ricos, por cada muerte por enfermedad cardíaca, se producen dos por cáncer. Esta tasa es similar en países calificados por el estudio como “emergentes”, entre los que se encuentra Chile, Argentina, Turquía y Polonia.