Por Jorge Abasolo.- “Estimada Camila: He leído en la prensa el escandaloso caso de intervención venezolana en Chile en el caso del teniente Ronald Ojeda, asesinado en Chile tras fracasar una operación para derrocar a Maduro. La Fiscalía chilena ha atado casi todos los hilos del asesinato del teniente Ojeda, con la certeza de que el crimen fue orquestado en Venezuela.
Se esperaba una repuesta contundente de tu parte, Camila. Sin embargo, la tuya fue una explicación emoliente, eufemística, absurda, casi surrealista e infantil: “La diplomacia chilena ha pasado por momentos más brutales”.
¿Es esa una respuesta para alguien que ocupa el cargo de Ministra de la Secretaría General de Gobierno?
¡Obvio que la diplomacia ha pasado por momentos más duros! Basta con recordar el caso Baltimore, la cuasi guerra con Perú el año 1974 y el atisbo de beligerancia entre Chile y Argentina en 1978.
Con tu lógica pueril, cuando este gobierno llegue a un IPC insostenible espero que no aparezcas diciendo en la prensa que “Chile ha tenido peores momentos de inflación”.
Hay que asumir las responsabilidades.
Y no hables de democracia, porque es cosa de recordar la manera en que fuiste elegida líder universitaria.
No fue hace tantos años que liderabas esas llamadas «protestas estudiantiles», donde llegaste a justificar la violencia como vía de escape de un pueblo oprimido.
¿Cuántas piedras, ladrillazos y elementos contundentes lanzaron ustedes a Carabineros?
Por eso soy de la idea que cada persona que arroje una piedra a la Policía tenga diez años de cárcel.
¿Encuentras que es exagerado?
¡Te contaré que esa es la sanción que existe hoy en Cuba por lanzar una piedra a un Policía!
Mientras ustedes preparaban esas protestas pacíficas, yo todavía ayudaba a mi amiga Lucy Peña, dueña de un kiosco de diarios y revistas en calle San Diego, a la que hordas de enajenados estudiantes encabezados por tu discurso incendiario, le dejaron solo el nombre y una angustia suprema.
Fue por esos días que el gobierno de turno dobló la cerviz.
Eran el momento de entrar a conversar, de cambiar la descalificación por el diálogo, las piedras por las propuestas y las consignas por los argumentos.
El lenguaje de barricada de ustedes ya devino en ese “infantilismo revolucionario” que tanto daño le hace al orden establecido, ese que a ratos nos molesta… pero es el que tenemos y hemos construido entre todos.
Lo podemos cambiar, cierto, pero no sobre la base de la lógica del combo, la piedra y el escupitajo.
Un viejo adagio dice que hay que predicar con el ejemplo. Antes de acusar de falta de representatividad al gobierno, debes “partir por ordenar la casa”.
No sé si estarás enterada de que en la FEUC la situación es muy injusta. Allí el consejo opera a través de un sistema de sufragios ponderados. Según el sistema de estos muchachos, un voto de un alumno de la facultad de Ingeniería (con 3.362 alumnos de pregrado) representa en el consejo un 0,1 del voto final. En cambio, un alumno de las carreras de Física y Matemáticas (con 410 alumnos de pregrado) representa un 0,7% del voto final. Por lo tanto, el sufragio emitido por el estudiante de Física vale cinco veces más que el del alumno de Ingeniería.
¿Es esto ejemplo de representatividad y democracia?
Tu tampoco lo hiciste nada de mal. No toda la opinión pública sabe que fuiste elegida con sólo 771 votos, de un total de 8.994 sufragios…y en un universo de 21.547 estudiantes.
Luego, debes poner cuidado a la hora de poner en duda la representatividad de nuestras autoridades.
Camila, te habrías ganado el respeto de muchos si hubieses abrazado el anarquismo en vez del comunismo, que ya forma parte de la arqueología política.
Al menos el anarquismo tiene algo muy salutífero: no le pone cortapisas a la libertad. Aboga por la libertad absoluta, que también tiene cosas negativas.
Abusa de la libertad…aunque no la ahoga.
Sé que has veraneado en Cuba y hasta le pediste entonces consejos a Fidel Castro, ya decrépito.
¿Por qué nunca has escrito algo de la realidad cubana, de los estudiantes de ese país, impedidos de marchar por las calles o de manifestar su disidencia?
¿Estás enterada de que en esa isla no existe el derecho a huelga ni menos el derecho a la protesta callejera?
¿Te has enterado de lo que pasa con las Damas de Blanco, que por expresar su irritación ante el sistema fueron perseguidas y apaleadas en público? Y conste que de esto no me enteré por CNN, El Mercurio ni por ningún medio de esos “pagados por el imperialismo yanqui”. Me informé por la agencia de noticias francesa, que de pro yanqui no tiene nada.
¿Es ese el modelo de sociedad que quieres para Chile?
Y trata de ser más consecuente. ¿Por qué hoy quemar micros es un acto condenable, y durante el gobierno de Piñera lo justificaban?
Ya lo dice el refrán: Otra cosa es con guitarra. Y ustedes están desafinando mucho al tocarla.
Siempre he sospechado de la moral comunista y de los médicos dueños de funeraria.
Jorge Abasolo, periodista, escritor y miembro de la Sociedad Historia y Geografía de Chile, conductor del programa de YouTube “El Rincón de Jorge Abasolo”.
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