El ex delegado presidencial de la Araucanía anuncia su intención de postular a un escaño parlamentario y analiza la seguridad de la región.
Por José Montalva Feuerhake.– Tengo una certeza: creo que el país necesita nuevas miradas de futuro sin complejos, que incorporen tecnología e innovación para resolver problemas cotidianos. La inteligencia artificial es clave para mejorar la eficiencia del Estado, optimizar los recursos públicos y reducir costos en áreas como la seguridad, la salud y la administración municipal.
Ejemplo de esto es la gestión de la basura. Hoy en Chile, los municipios destinan entre el 10% y el 20% de su presupuesto anual a la recolección de desechos. Con IA y convenios público privados podríamos optimizar más la gestión, prever fallas en políticas públicas y reducir significativamente costos que hoy paga la gente en la calidad y/o oportunidad de las prestaciones que entrega el Estado, destinando esos recursos a educación, salud o seguridad.
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Otro ejemplo es la detección temprana del crimen organizado. La inteligencia artificial ya se usa en otros países para analizar patrones delictivos y anticipar movimientos de redes criminales mediante big data e inteligencia predictiva. Si aplicamos IA en la seguridad, podemos fortalecer la prevención del narcotráfico y otros delitos complejos, en lugar de reaccionar cuando el problema ya está instalado.
Estas son sólo algunas posibilidades que entiendo como prioritarias en un proceso necesario de la centro izquierda orientado a no tener complejos ni con la seguridad ni con la inteligencia artificial para lograr afrontar los desafíos que requiere la ciudadanía, particularmente en la Región de la Araucanía.
Esa es la razón por la que me planteo postular nuevamente al parlamento, como independiente.
Actualmente mis conversaciones están con la socialdemocracia, porque creo en un Estado fuerte, pero también creo en la innovación y la colaboración con el sector privado para resolver problemas. Ese equilibrio es propio del socialismo democrático.
Desde ese punto de vista quiero representar a una centroizquierda que modernice la gestión pública, que priorice la seguridad como un derecho esencial y que integre la tecnología en la toma de decisiones. Eso no es menor… es realmente fundamental. En Chile aún pensamos la política con herramientas del siglo XX, mientras que otros países ya están usando IA para diseñar políticas públicas más eficientes y transparentes.
Podemos, por ejemplo, usarla:
- En salud pública: IA para predecir colapsos hospitalarios y optimizar listas de espera, algo clave en regiones como La Araucanía, donde la demora en atenciones médicas es crítica.
- En empleo: Uso de big data para identificar tendencias laborales y diseñar programas de capacitación alineados con la demanda real del mercado y la educación técnica profesional.
- En seguridad: Algoritmos que permiten anticipar patrones delictivos y optimizar el despliegue policial y preventivo de infraestructura municipal y privada coordinado. Debemos modernizar la estrategia de seguridad, desde la preventiva hasta la reactiva, estamos 10 años atrasados si nos comparamos con el crimen organizado.
El Estado debe dejar de ser lento y burocrático y empezar a ser ágil e inteligente en la gestión de sus recursos. Asimismo, creo que no se puede hablar de progreso sin seguridad. La Ley de Robo de Madera, la Ley de Usurpación y la Ley Naín fueron fundamentales para reducir en un 70% los hechos de violencia rural en La Araucanía, pero el crimen organizado sigue creciendo en las poblaciones y en los barrios, y con mayor rapidez en los más modestos.
Hoy el narcotráfico se ha ido instalando con fuerza en la región, el Tren de Aragua ya opera en Temuco. Si no actuamos ahora, el problema será mucho más grave en pocos años.
También debemos tener una gran estrategia nacional de seguridad pública contra el crimen organizado, donde todos los servicios públicos deben aportar, porque es uno de los desafíos más relevantes que tiene hoy el Estado. Profesionalizar cada día más la seguridad pública es fundamental y el nuevo Ministerio de Seguridad va en ese camino.
Mi propuesta es aplicar IA en la persecución criminal, a todo nivel, desde lo preventivo municipal hasta lo policial reactivo e investigativo, algo que ya se hace en países como Estados Unidos y España.
No tengo complejos con la seguridad ni con atraer inversión privada para el desarrollo regional. La centroizquierda debe actualizarse y entender que la inversión privada no es un enemigo, sino un aliado para generar empleos y reducir la pobreza hoy.
El Estado debe distribuir de la forma más eficiente posible, donde el privado y el ciudadano sienta que cada impuesto que paga, contribuye a una sociedad cohesionada y cada día se vive mejor.
Si seguimos haciendo lo mismo que en los últimos 30 años, La Araucanía seguirá siendo la región más pobre, con más cesantía e informalidad laboral. Necesitamos ideas nuevas. La inteligencia artificial y la innovación privada pueden ser las herramientas que nos ayuden a salir de este estancamiento.
Si llego al Congreso, mi prioridad será empujar un cambio real en la forma en que el Estado enfrenta la seguridad, el empleo y la modernización de las políticas públicas para que no exista la sensación de que nos acostumbramos a que el Estado sea lento, burocrático e ineficiente. No podemos seguir gestionando el país como si estuviéramos en 1990. Hay que dar el salto al siglo XXI y aprovechar las herramientas tecnológicas que tenemos a disposición.