ElPensador.io.- Esta semana se informó que China está en conversaciones con Chile sobre el uso de Punta Arenas para transportar personal y materiales destinados a programas de exploración en la Antártida.
La información surgió durante la primera reunión del Comité Conjunto de Cooperación Antártica Chile-China en Santiago, donde las autoridades chilenas están considerando la posibilidad de dar acceso a los barcos de exploración chinos al puerto de Punta Arenas.
Las conversaciones resaltan el creciente interés de China en las regiones polares de la Tierra y se producen en medio de lo que los analistas llaman una especie de competencia por el punto más alto de la Antártida.
China no tiene reclamos territoriales sobre el continente Antártico, pero ha estado aumentando su presencia allí, y en 2013 el presidente Xi Jinping dijo que la exploración polar era un campo importante para desarrollar para abordar el cambio climático.
El año pasado, China anunció que pronto comenzaría a construir su primer aeródromo permanente en el continente Antártico, una pista de aterrizaje de 1.500 metros que se ubicará en una capa de hielo en el este del continente, a 28 kilómetros de la estación Zhongshan en las colinas de Larsemann, junto a la bahía de Prydz.
Según una declaración de la Cancillería chilena, Xia Limin, subdirector de la Administración China para el Ártico y la Antártida, y Camilo Sanhueza, director antártico del ministerio, presidieron la reunión, durante la cual China dijo que su plan para el acceso a Punta Arenas era «para la realización de proyectos en sus bases ubicadas en el continente antártico» y que espera usar Punta Arenas «como puerto base para el desplazamiento de materiales y personal, tanto por mar como por aire «.
Según analistas internacionales, China ha intensificado sus actividades en la Antártida en los últimos años. Hace una década construyó la estación de Kunlun, en donde instaló telescopios para realizar observaciones astronómicas y controlar desechos espaciales.
Posteriormente, EEUU estableció su propia base temporal a unos 100 kilómetros, que Washington protege su proyecto con el programa militar Deep Freeze —una operación que respalda las actividades antárticas estadounidenses—.
Mientras los chinos construyeron un campo de aviación y dos estaciones permanentes —la Gran Muralla (un nombre muy significativo) y Zhongshan— y las instalaciones temporales de Kunlun y Taishan, los norteamericanos también expandieron su presencia en la región, con lo cual ambas partes extendieron su competencia mundial al Polo Sur.
Pero detrás de esto no hay solo presencia. Los intereses geoestratégicos y de riquezas minerales en el continente frío pueden ser muy relevantes en las posiciones de los años que vienen.
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