Por Guillermo Fuentes.- Al comenzar un emprendimiento es normal que surjan algunas dudas. ¿La idea de mi negocio será buena?, ¿mi producto será bien recibido en el mercado? Las respuestas están en una buena planificación y financiamiento para seguir el camino correcto.
Un emprendedor debe comenzar a pensar como tal. El éxito dependerá de cómo utilice todas las herramientas que estén a su disposición. Hay que aprovechar los beneficios de la digitalización; si la empresa no se sube a ese carro, es muy difícil sobrevivir. Actualmente existen muchas plataformas que ayudan a mejorar el rendimiento de la empresa.
La actitud de cada emprendedor debe ser positiva y estar seguro de las cosas que realiza. Debe ser creativo e innovador. No siempre es necesario seguir el mismo patrón, la creatividad permite innovar y crear cosas únicas para sorprender a los clientes y mantener su interés, pero no hay que entramparse pensando en crear la idea perfecta, ya que otros podrían crear algo parecido y el producto podría descontinuarse. Muchas veces realizando mejoras y creando diferentes procesos, los productos o servicios son reconocidos y se vuelven parte de la competencia.
No confundir el bolsillo de la empresa con el bolsillo propio: es importante tener las cuentas claras al momento de comenzar un emprendimiento. Ante un escenario desfavorable, no es conveniente pedir un crédito de consumo personal para la empresa, hay que utilizar las herramientas de financiamiento que pueden ayudar a solventar sus gastos.
No hay que desperdiciar recursos: el emprendimiento propio comienza con un capital aportado por el dueño y cuando se invierte en uno mismo, es necesario cuidarlo y asignarlo de la mejor manera para recuperar con buenos resultados el capital invertido.
Guillermo Fuentes Contreras es Director de la carrera de Ingeniería en Administración de Empresas en la Universidad Central