ElPensador.io.- En medio de declaraciones nacionalistas que han rodeado la lectura del fallo del tribunal internacional de La Haya sobre la reclamación de Bolivia para lograr una negociación que le dé salida soberana al mar, desde Arica -la puerta norte de Chile- se alzaron las voces para exigir que se termine el centralismo y que, independiente de la decisión de la Corte de Justicia, existe una política de integración y apoyo a las zonas fronterizas.
El mensaje se denominó “Declaración de Arica”, y fue encabezado por el alcalde de la zona, Gerardo Espíndola, y por el diputado Vlado Mirosevic (del Partido Liberal), acompañados de una serie de organizaciones sociales.
La declaración señala que “la ciudad de Arica es un territorio donde se vive de manera diaria y cotidiana la integración con los países hermanos de Perú y Bolivia. Existe una especial condición geográfica y humana en esta ciudad que nos ha mantenido durante más de un siglo conviviendo diariamente con nuestros hermanos peruanos y bolivianos, transitando de manera pacífica por las fronteras sin otro ánimo más que la amistad y la fraternidad entre nuestros pueblos. Es nuestra ciudad, un territorio donde las distintas nacionalidades conviven pacíficamente”.
Al mismo tiempo, afirma que “una vez más somos testigos sobre cómo los intereses personales del Presidente Evo Morales, que aspira a reelegirse por tercera vez consecutiva, desconociendo el pronunciamiento del pueblo boliviano que rechazó su reelección, en referéndum de 2016, viene realizando ataques permanentes y sistemáticos, las que afectan las naturales y buenas relaciones que tenemos en esta zona fronteriza entre ambos pueblos, demostrando con ello que las supuestas enemistades entre nuestros países son más bien de carácter político electoral y se disfrazan como disputas territoriales”.
“Aquí (en la frontera), es donde nuestros pueblos han enfrentado dificultades económicas, sociales y políticas, dónde a través de un despliegue conjunto de las comunidades que en estos sectores conviven han sabido diseñar estrategias colaborativas para su desempeño local, teniendo como prioridad el desarrollo, la paz y la cooperación entre los pueblos. Es por ello que exigimos al Estado de Chile, su preocupación activa en la definición de políticas públicas e inversiones, en la región de Arica y Parinacota que permita enfrentar de buena forma la realidad de vivir en un territorio bifronterizo, donde día a día se cumple el Tratado de 1904, que le da paz y estabilidad a Chile. Exigimos que luego del fallo de La Haya, el país mantenga su preocupación por las zonas extremas como Arica y Parinacota, y por el contrario no volvamos al mismo centralismo asfixiante que ha caracterizado a nuestro país. Somos finalmente las zonas extremas como Arica las que pagamos las consecuencias de ese centralismo tan marcado”.
El documento plantea tres conclusiones:
“1.- Chile no tiene, ni ha incumplido, obligación alguna de negociar con el gobierno de Evo Morales una salida soberana de Bolivia al Océano Pacífico.
2.- A su vez hacemos un llamado a mantener las buenas relaciones y la integración con el pueblo boliviano y por tanto rechazamos los intentos nacionalistas de parte del presidente Evo Morales.
3.- Esperamos de parte de Chile una atención permanente a esta zona especial como es Arica y Parinacota”.