Por Francisco Castañeda.- La evolución alcista del tipo de cambio se ha vuelto altamente preocupante. Los efectos completos sobre la inflación están aún por verse y aunque se origine en un evento externo (por mayor inflación futura en USA con tasas más altas), esto sí tendrá impacto en los precios domésticos.
Aunque el consumo este deteriorado y por tanto no habría traspaso de alzas cambiarias a precios por esa vía, si serán afectados todos los bienes y servicios cuyos precios se indexan al dólar y que tienen demandas más inelásticas.
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Diagnóstico del Banco Central: lo que falta en la economía
Y aquí si se pueden sentir con fuerza los efectos de segunda vuelta haciendo más difícil tener una inflación bajo el 4% a fines del 2025. Ya el Central señalizó que está en pausa monetaria (decisión correcta en esta fase) esperando las decisiones de Trump post-elección.
Aquí todos los escenarios tienen una dosis de más o menos pesimismo (más inflación, más o menos aranceles, más guerras comerciales, etc.).
Y aunque la opción de intervenir en el mercado cambiario esta latente, no es claro si esto podrá revertir el alza del dólar. A
demás, el Central tiene relativas bajas reservas internacionales (14% del PIB) lo cual hace un poco más compleja esta decisión.
Quizás hay que aceptar que un tipo de cambio en torno a mil pesos es el nuevo tipo de cambio de equilibrio que debe tener la economía dado su relativo menor crecimiento.
Francisco Castañeda es economista y académico de la U.Central
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