Por Héctor Hernández.- ¿Qué hacer con los residuos provenientes de la industria de la construcción? Hoy se debe ajustar al modelo de Economía Circular, que busca crear capital económico, medioambiental y social, para todo el ciclo de vida de las construcciones, en base a tres principios.
El primero es eliminar los residuos y la contaminación desde el diseño de las infraestructuras. Por tanto, en el futuro se espera que los desechos durante la construcción sean mínimos e idealmente inexistentes. El segundo es mantener productos, subproductos o materiales de construcción en uso, una vez concluida la vida útil de ellos o de la infraestructura. En los proyectos de construcción tradicional, la visión es lineal y no circular. Por ejemplo, los edificios se diseñan, se construyen, se usan y luego se demuelen una vez concluida su vida útil, donde gran parte de los residuos se van al botadero. Esto cambia con la economía circular: los edificios se diseñan inteligentemente para ser deconstruidos una vez terminada su vida útil. Así, materiales, productos o subproductos de construcción son recuperados, reutilizados o descompuestos para producir nuevas materias primas o volver a la tierra sin provocar impacto. Un tercer principio está vinculado a que las infraestructuras permitan regenerar los sistemas naturales, dando espacio a la recuperación ecológica a través de sistemas o instrumentos en las infraestructuras. Por ejemplo, los techos verdes en las edificaciones o el uso de energías limpias para su energización.
Bajo este contexto, la industria de la construcción está abocada hoy a generar investigación, desarrollo e innovación en estas materias, buscando formas de responder a los principios de Economía Circular dentro de todo el ciclo de vida de los proyectos. En esto último, ya se registran experiencias de éxito en Chile derivadas de la Hoja de Ruta RCD (Residuos de Construcción y Demolición) de Economía Circular en Construcción lanzada el año pasado, la que establece metas al 2035 como por ejemplo que “A nivel nacional, el 40% de la oferta de materiales, productos, piezas y componentes para la construcción cuente con atributos circulares”.
Una vez terminada la vida útil de una infraestructura, gran parte de los materiales de construcción pueden ser recuperados -con mayor o menor facilidad dependiendo del tipo de material-, para ser reciclados o reutilizados. Entre ellos tenemos el acero, el aluminio, la madera, el hormigón, el vidrio, entre otros. Claramente algunos de estos materiales, dadas sus características intrínsecas, son más fáciles de reciclar o reutilizar, como es el caso de los metales o las maderas. Para otros materiales, el reciclaje o la reutilización son más complejos, pero presentan un potencial significativo en términos medioambientales como es el caso del reciclado del árido del hormigón, pues gran parte de la infraestructura civil es de hormigón armado, donde cerca del 70% del volumen de hormigón lo constituye el árido. Sin embargo, para propiciar su uso se debe optimizar su proceso de gestión y ajustar la normativa de hormigones para poder usar el árido reciclado, algo sobre lo que hoy se trabaja y discute.
En las carreras de Ingeniería en Construcción e Ingeniería Civil en Obras Civiles, de la Escuela de Ingeniería de la Universidad Central, estamos continuamente abordando trabajos de investigación en estas temáticas con nuestros estudiantes. Algunas propuestas estudiantiles han sido la elaboración de ladrillos hechos con desechos plásticos, sistemas de revestimiento para mejorar el aislamiento térmico en viviendas con el uso de desechos sólidos, o el uso de madera de pallets reciclados para elaborar elementos estructurales que son sometidos a esfuerzos en nuestro laboratorio de estructuras, entras otras propuestas.
Héctor Hernández es académico de la Facultad de Ingeniería y Arquitectura de la Universidad Central