El rol de Arabia Saudita y la devolución de los rehenes que tiene Hamás es parte de un juego mayor de Trump en el Medio Oriente.
Por Juan Medina Torres.- El Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quiere la entrega total de los rehenes durante la primera fase del acuerdo firmado entre el gobierno de Israel y el grupo militante palestino Hamas.
El acuerdo -que entró en vigor el 19 de enero- estipula un alto al fuego de 42 días y la entrega de 33 rehenes durante la primera fase y durante la fase dos se negociarían un final permanente de la guerra y la entrega de todos los rehenes, incluso los cuerpos de los que han muerto en cautiverio.
Lo propuesto por Estados Unidos (de que todos los rehenes sean devueltos en esta primera fase) pone una nota de incertidumbre en las negociaciones próximas a reiniciarse en Egipto.
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Hamás teme que Israel, tras recuperar a los rehenes, reanude las hostilidades, porque desea mantener el control de Gaza y se niega a que el territorio sea gobernado tanto por Hamás como por la Autoridad Palestina.
Además, el gobierno de Benjamín Netanyahu se enfrenta, a nivel interno, a la presión de las familias de los rehenes que exigen que se acelere el acuerdo y los partidos de derecha le exigen la cancelación del acuerdo y la reanudación de las operaciones militares en Gaza.
El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, instruyó a la delegación negociadora de su país para que viaje al Cairo, a fin de discutir la continuación de la primera fase del alto al fuego en Gaza, así como para que aborde la segunda fase, cuyas conversaciones se encontraban paralizadas.
Todavía está por verse la reconstrucción de Gaza, cuestión en que el Presidente de Estados Unidos afirmó el 4 de febrero pasado que se debería sacar a los palestinos de Gaza y convertir la zona en la “Riviera de Oriente Medio”, gestionada por Estados Unidos.
Por su parte Egipto anunció la realización de una cumbre árabe el 27 de febrero próximo, mientras trabaja con otros países para redactar una propuesta alternativa destinada a reconstruir Gaza sin afectar a su población.
Asimismo Trump, estaría tratando de ampliar los Acuerdos de Abraham, para incluir a Arabia Saudita. Debemos recordar que mediante los Acuerdos de Abraham, firmados en 2020, los Emiratos Árabes Unidos, Bahrein, Sudán y Marruecos establecieron relaciones diplomáticas con Israel.
La intención de Trump de ampliar los referidos acuerdos es convertir a Arabia Saudita en una potencia regional en contraposición a Irán y Turquía. Para cumplir con tal propósito, Arabia Saudita debería establecer relaciones diplomáticas con Israel.
Esta es una cuestión complicada porque Arabia Saudita exige el establecimiento de un Estado palestino antes de normalizar las relaciones con Israel, lo cual no está en los planes de Trump.