Categorías: Opinión

El escándalo de Foucault según sus cercanos: «pura y simple difamación»

Por Centre Michel Foucault.- En Mon Dictionnaire du BullshitGuy Sorman sostiene la tesis según la cual los intelectuales forman una casta privilegiada que utiliza las protecciones que le da su estatuto para liberarse de la ley común. Según él, Foucault no sería la excepción. Así, Guy Sorman afirma que, en 1969, él lo “habría visto sobornando niños pequeños en Túnez, bajo el pretexto que ellos tendrían derecho al goce. Él los citaba en el cementerio de Sidi Bou Saïd, bajo la luna, y los violaba recostados sobre las tumbas”.

Invitado por los periodistas a precisar denuncias tan alarmantes, Guy Sorman se ha mostrado siempre evasivo e incierto: ya no está tan seguro de “haber visto” a Foucault “sobornando” niños, ya no está en condiciones de referirse a su edad, ya no “vio” la escena del cementerio, que ahora no sería más que un rumor. En cuanto a su encuentro con Foucault, que inicialmente había fechado en 1969, después habría tenido lugar en 1970, mientras que Foucault había abandonado Túnez en el otoño de 1968. Guy Sorman ya no parece asumir ni la responsabilidad ni las consecuencias de sus acusaciones, que él reconoce inverificables y de las cuales parece finalmente distanciarse.

Los periodistas que realizaron la investigación en terreno o con conocimiento del filósofo, no encontraron ningún elemento ni testimonio que permitiera respaldar las afirmaciones de Guy Sorman. Al contrario, estas son categóricamente desmentidas por los testimonios de los tunecinos interrogados, tanto en lo referido a las costumbres vigentes en Sidi Bou Saïd en aquel entonces, así como sobre la forma de vida de Foucault en Túnez, e incluso sobre su apoyo al movimiento estudiantil y la consiguiente vigilancia policial que implicaba.

Formular declaraciones tan graves, presentadas como hechos cuando, finalmente, no son más que interpretaciones dudosas, destinadas ante todo a menoscabar el honor y la reputación de una persona incapaz de defenderse, constituye una pura y simple difamación.

Artículo escrito por Daniel Defert, compañero de Michel Foucault, François Ewald, asistente de Michel Foucault en el Collège de France y sus sobrinos/as Anne Thalamy, Sylvie d’Arvisenet, Henri-Paul, Denis y Olivier Fruchaud

Alvaro Medina

Entradas recientes

300 años de Kant: su relevancia para el mundo

En un nuevo Alejandrario, Alejandro Félix de Souza repasa las virtudes de la moral kantiana…

2 días hace

Elección en Antofagasta y unidad de la derecha

“Se requiere que la derecha ordene sus liderazgos, construya unidad y claridad de quienes integran…

2 días hace

Marx y la farsa de una historia que quiere repetirse

La historia no se repite, y las supuestas repeticiones son una caricatura, un remedo, dice…

4 días hace

Brasil: un atentado que deja muchas interrogantes

El académico Fernando de la Cuadra analiza la trama bolsonarista detrás el atentado a la…

4 días hace

Joven iquiqueño de 14 años destaca en Mundial de Ajedrez

Joaquín Mora Valles fue uno de los 13 competidores chilenos en el Mundial de Ajedrez,…

1 semana hace

Trump: la escritura en la pared

Es probable que el triunfo de Trump sea la escritura en la pared de la…

1 semana hace