Por Juan Medina Torres.- El nuevo proceso constituyente para redactar una nueva Constitución se inició el 6 de marzo con la instalación de la Comisión Experta integrada, en forma paritaria, por 24 personas, doce elegidas por el Senado y doce elegidas por la Cámara de Diputados.
La Comisión Experta tiene un plazo de tres meses para presentar un anteproyecto de constitución al Consejo Constitucional, organismo integrado, en forma paritaria, por cincuenta personas, elegidas por la ciudadanía el próximo 7 de mayo.
El Consejo Constitucional inicia sus funciones el 7 de junio y tiene un plazo de cinco meses para presentar el texto de la nueva Constitución, cuyo texto será sometido a un plebiscito de salida el domingo 17 de Diciembre, ocasión en que los chilenos tendremos la ocasión de dar a conocer nuestra opción por el apruebo o el rechazo.
En este nuevo proceso constituyente, la ciudadanía espera de los integrantes de la Comisión Experta y el Consejo Constitucional procedimientos racionales en su toma de decisiones para alcanzar resultados óptimos en la redacción de nuestra próxima Constitución Política, a fin de que nuestra democracia descanse en una legitimidad institucional.
Asimismo, se espera que a estos organismos se les dote de un adecuado sistema de comunicaciones que tenga presente: qué comunicar, cuándo comunicar y cómo comunicar, para no dar espacio a las fake news y se superen los errores del proceso anterior, donde “no existió la cohesión interna, ni la voluntad que se requiere para desplegar una estrategia comunicacional profesional y acorde a la magnitud del desafió”, según lo expresado por Lorena Peanjean, en su carta de renuncia al cargo de Jefa de la Secretaria de Comunicaciones, Información y Transparencia de la Convención Constituyente.
La falta de estrategia comunicacional generó, entre otros problemas, malestar e incomodidad entre los profesionales de los medios comunicacionales, por el trato de las autoridades de la Convención lo cual originó dos declaraciones públicas de la agrupación de periodistas, camarógrafos y fotógrafos acreditados, pidiendo algunas medidas, desde cosas sencillas, como retirar una cerca que impedía a los medios acercarse, hasta permitir el acceso a las comisiones y el pleno.
Cabe hacer presente que en este proceso político, los medios de comunicación tienen un rol preponderante. Nuestro país tiene uno de los mercados de medios más concentrados a nivel mundial donde importantes grupos económicos son propietarios de distintos medios y concentran gran parte de la audiencia y de la recaudación publicitaria.
Lo anterior revela el poder de los medios de comunicación y su influencia en la formación de opiniones, lo cual es destacado por diversos investigadores. El sociólogo alemán Jürgen Habermas dice que: “El poder de los medios está basado en la tecnología de los medios de masas. Aquellos que trabajan en los sectores políticamente relevantes del sistema de medios (ej., periodistas, columnistas, editores, directores, productores, y publicadores) no pueden no ejercer poder, ya que seleccionan y procesan el contenido políticamente relevante y por tanto intervienen tanto en las formación de opiniones públicas como en la distribución de los intereses influyentes. La utilización del poder de los medios se manifiesta en la elección de información y el formato, en las formas y el estilo de los programas, y en los efectos de su difusión”.
Por otra parte, no se debe perder de vista el mayoritario apoyo ciudadano a la idea de que nuestro país tenga una nueva Constitución que consagre los derechos humanos de diversos grupos prioritarios de nuestra sociedad.