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Lectura: El sentido del dolor humano
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El Pensador > Blog > Sin categoría > El sentido del dolor humano
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El sentido del dolor humano

Última actualización: 17 abril, 2024 11:55 am
5 minutos de lectura
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dolor
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El dolor emocional puede dejarnos en un estado de parálisis…o inducirnos a salir adelante. Todo se reduce a una cuestión de actitud, reflexiona Jorge Abasolo.

Por Jorge Abasolo.- La idea que se propone es que el sufrimiento humano forma parte de la vida.

Según el Instituto ACT:

“El contexto actual (los medios de comunicación, la publicidad, las prácticas educativas) ha desnaturalizado el malestar, es decir, transmite la idea de que sentirse mal no es natural. Los mensajes predominantes de nuestra cultura transmiten que el malestar, la tristeza, la ansiedad, los pensamientos recurrentes y negativos, son problemas a solucionar.

Y por tanto, se nos enseñan muchos modos para tratar de evitarlos, controlarlos y eludirlos, mediante fármacos o diversas terapias. Sin embargo, centrar la vida en eliminar o evitar el malestar, los pensamientos y recuerdos molestos suelen producir un efecto contraproducente”.

Ver también
Día del Psicólogo/a: Indiferencia con el sufrimiento humano y el dolor psicológico
El camino de la felicidad
El futuro y la esperanza colectiva

Lo que ocurre en muchos casos es que, paradójicamente, lo que no se quiere se hace más presente y se extiende a nuevas áreas de la vida personal.

De este modo, la vida queda reducida a una lucha constante contra el malestar, contra la tristeza, contra los miedos, contra las sensaciones y recuerdos dolorosos, etcétera… y deja de ser una vida dirigida a vivir y trabajar por las cosas que más se desean y añoran.

Total razón le encuentro a ese celebérrimo pensador católico llamado André Frossard cuando señala que el origen del dolor humano (del alma) “son la piedra angular en la que tropiezan todas las sabidurías y todas las religiones”.

Muchos hablan del sentido cristiano del dolor. Con todo respeto, yo no le pondría apellido. Basta con hablar de dolor…tratar de entenderlo y luego darle un sentido. En lo personal, han tenido que pasar años para entender momentos de tribulación suprema que tuve que vivir. Otros, aún no los entiendo.

Creo que es parte del misterio de la vida.

Eso sí, creo que quien ha sufrido, examinado y digerido su personal cuota de dolor, comprende y  goza de mejor modo las cosas salutíferas y las deletéreas de la existencia (las buenas y las malas).

Así como ni existe la felicidad absoluta, también creo que no existe la infelicidad absoluta.

Primero hay que asumir cuán maduros somos. Esto implica una propuesta más centrada en alcanzar la vida que queremos vivir, que en modificar o eliminar los síntomas psicológicos (la ansiedad, la depresión, las preocupaciones).

El dolor emocional puede dejarnos en un estado de parálisis…o inducirnos a salir adelante. Todo se reduce a una cuestión de actitud.

En lo personal me defino sincretista: trato de sacar lo mejor de las religiones, de las filosofías, del budismo y de la Gestalt (esta última la recomiendo con muchas ganas) Y lo hago porque no creo que la Verdad esté en una sola idea, modelo, estilo o creencia.

En sinopsis, aprendí de la Gesltat que el pasado es inamovible, que el futuro coquetea con la incerteza. Por tanto, ¿qué es lo que tenemos? Solamente el HOY… el aquí y el ahora. El presente.

Si ese hoy no es grato, recuerda que cada día tiene su afán. El sufrimiento del ayer puede ser un elemento coadyuvante de la alegría de tu mañana.

De la Gestalt y de mis vivencias aprendí que es cardinal el abandono del sufrimiento, y de superar los miedos y el fracaso. Es la comprensión de la noción del desapego, que lleva a la separación del ego de la esencia vital.

¡Ah…y antes que se me olvide! No está de más recordar un enunciado básico, elemental, pero que –por lo mismo- muchas veces se nos olvida. El gran enemigo de toda persona es el Miedo. Luchemos para vencerlo, pues hay muchas terapias y ejercicios para ello.

Nunca olvidemos que más allá del Miedo está la Libertad.

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