Por Alvaro Medina Jara.- Hacer una película no es tarea sencilla. Desde el nacimiento de la idea hasta la aparición en la pantalla hay largos procesos y años de espera y trabajo.
Es el caso del último film del director chileno Gustavo Graef Marino, que después de seis años de su última producción, retorna con una nueva obra, titulada “El Vacío”, protagonizada por Francisco Reyes y Javiera Díaz de Valdés.
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A diferencia de otras películas de Graef (“Johnny Cien Pesos”, 1993; “The Voice” (1989); y dos capítulos de la serie histórica “Héroes”, los dedicados a Arturo Prat y José Manuel Balmaceda), esta nueva producción es más intimista y basada en las vicisitudes de las relaciones personales en una época de la vida.
Y por eso es, quizás, un reflejo de la existencia, un espejo de algo que nos pasa, nos ha pasado o nos pasará.
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