Por Roberto Fernández.- El gobierno acaba de presentar una propuesta de “ayuda” financiera a la clase media, que en lo fundamental significa un aumento del endeudamiento para ese sector; el que se beneficiaría de mayores plazos para pagar, una baja de la tasa de interés y garantía estatal para esos préstamos.
Para entender el real efecto de estas medidas, es necesario analizar la situación de endeudamiento de los chilenos.
Según Piñera, los beneficiados llegarían a un poco más de un millón de personas y el costo de la medida, 1.500 millones de dólares.
Ahora bien, considerando solamente los deudores en mora, tenemos que estos llegan a 4.6 millones de personas, con una deuda promedio de $1,8 millones y un total de 8.200 millones de pesos.
Parece evidente que la proposición del gobierno, además de significar un aumento del endeudamiento para las personas, es muy limitada en su efecto. Solo beneficiaría a un poco más de un quinto de los deudores morosos y cubriría el 67% de esas deudas.
Cabe preguntarse si esos préstamos podrían ser retenidos por el sistema financiero para pagar deudas impagas, perdiendo así todo el efecto que se busca, que es un apoyo financiero para enfrentar la crisis económica provocada por la epidemia.
Antes del inicio de la epidemia, la deuda total de los hogares chilenos era de 64 billones de pesos y representaba el 74,5% de sus ingresos. El 33% de la población estaba endeudada. Seguramente al día de hoy la situación es aún más crítica.
La estructura de la deuda de los hogares es:
- Consumo: 54,9%, con un total de 11,9 billones pesos
- Hipotecaria: 21,4 %, sumando 44,5 billones de pesos
- Educación: 12,5%, con 6 billones de pesos
- Automotriz: 4,3%, con un billón de pesos.
- Otros: 6,9%, con 0,6 billones de pesos.
La deuda de los hogares representa alrededor del 26% del PIB del país.
Decir que las medidas propuestas son mucho mejor que el retiro de nuestro dinero en las AFP , es una falacia y solo representa los intereses de estas empresas.
Las pensiones pagadas hoy por las AFP son bajísimas. No van a mejorar al momento de jubilarse las personas en un promedio de 15 años más.
Si se permitiera el retiro de 1,2 millones, no afectaría en casi nada la pensión a recibir en ese momento.
La caída de al menos 7,5% del producto este año y la enorme cesantía en curso están a la vista. La gente tiene problemas para sobrevivir ahora.