Por Alvaro Medina Jara.- Este lunes se realizó la Fraternitas Republicana, un acto en el la Masonería de Chile buscó reunir a las principales autoridades y liderazgos del país en una reflexión que desde lo laico y racional, se pudiera reflexionar sobre la realidad nacional.
El momento histórico en que se produce no es baladí. Era tradicional en Fiestas Patrias que quienes conducían al país se reunieran en el Te Deum, una misa católica -después devino en acto ecuménico- en que se daba gracias a Dios por nuestra nación y sus virtudes y se proyectaban los desafíos, especialmente espirituales, para el año que viene. Pero luego de la debacle de abusos sexuales en la Iglesia Católica, y la pérdida de confianza nacional, quedó un vacío en el liderazgo moral en Chile.
Es loable, pues, que la Masonería tome ese estandarte caído en un punto de nuestra historia en que las instituciones han perdido valor para las personas, en que la probidad parece ir en retirada, en que las personas no confían en nadie y, por ende, reina un individualismo que destruye las relaciones sociales y la preocupación por los demás. Vivimos una crisis social y un cambio sustancial en nuestra forma de ser como nación y como cultura.
En un momento así, es bueno reunirse para hacer una reflexión racional sobre nuestra convivencia. El Gran Maestro de la Gran Logia de Chile, Sebastián Jans, explicó que es “una invitación a expresar sentimientos de esperanza y comunión, en lo simbólico y en lo tangible, para vivir un momento de expresión de amor a la Patria”.
Jans hizo recuerdo de “los buenos propósitos que iluminaron a nuestros Padres de la Patria, en aquellos años en que recién se configura la llamada Patria Vieja. Pensamos en aquellos jóvenes idealistas, inquietos e iluminados por el siglo de las luces, que querían emancipar los territorios de América, no solo de una Corona colonial, sino de un tiempo moral determinado por las tinieblas del pasado. Cuando ellos compartieron los mismos sueños, con ánimo fraternal, surgió la fortaleza de la emancipación; vino la luz, cuando sus propósitos se mancomunaron, y la Patria comenzó a emerger, no solo desde las certezas militares, sino también de las afirmaciones cívicas”.
Es precisamente el retorno a los valores esenciales y originales, el camino para reencontrarnos como país. Para que los líderes entiendan la importancia y el honor del rol que han asumido y lo ejecuten con honradez y responsabilidad; y para que los ciudadanos se comprometan, como lo hicieron los fundadores de la Patria, con la construcción de un país que acoja y ayude a todos sus integrantes.
El Gran Maestro de la Gran Logia de Chile, Sebastián Jans, indicó que el interés de la Fraternitas Republicana es “poner un sincero acento en la congregación creciente en torno a los más sublimes ideales y en la construcción de un espíritu unitario y racional para bien de la gran familia chilena”.