Juan Medina analiza el interés inmobiliario por el territorio de Gaza que estaría en el sustrato de las declaraciones del presidente Trump.
Por Juan Medina Torres.- Indudablemente que las declaraciones de Donald Trump acerca de «limpiar» Gaza y reubicar a más de dos millones y medio de palestinos en países como Jordania o Egipto, no corresponden al Jefe Supremo de la primera potencia mundial, sino que reflejan las declaraciones del empresario inmobiliario, para quien el suelo tiene un valor que está determinado por factores como el metraje, las vistas, tipos de construcciones que podrían realizarse etc., sin tomar en cuenta la historia del lugar y sus habitantes.
Ya en octubre, durante su campaña presidencial, Trump afirmó que Gaza, devastada por la guerra, podría ser «mejor que Mónaco» si se «reconstruyera de la manera correcta».
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El plan de Netanyahu: anexar Gaza y desplazar a sus habitantes palestinos
Lo declarado por Trump hace eco con lo expresado por su yerno Jared Kushner cuando, en febrero de 2024, calificó la propiedad frente al mar en Gaza como “muy valiosa” y sugirió que Israel debería sacar a los palestinos de Gaza y “limpiarla”.
Hasta el momento, solo sectores ultras del Estado hebreo se muestran conformes con las palabras del presidente estadounidense. El ministro ultranacionalista de Finanzas israelí, Bezalel Smotrich, declaró que trabajaría «con la ayuda de Dios» para implementar el plan de Trump «lo antes posible».
El ex ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben-Gvir, también secundó la iniciativa en un mensaje en redes sociales en el que recordó que una de sus exigencias al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, es «promover la emigración voluntaria».
Desde el inicio de la guerra, asociaciones de colonos israelíes y varios ministros de la coalición gobernante han pedido al Gobierno que permita establecer asentamientos en la Franja tras la guerra, y han propuesto planes de urbanización para diferentes zonas del territorio.
La visión del actual mandatario norteamericano, me recuerda la novela “El Papa Verde” de Miguel Ángel Asturias, Premio Nobel de Literatura, en la cual denuncia el dominio de las multinacionales bananeras en Guatemala y Centroamérica, a principios del siglo XX, época en que para cumplir sus objetivos, dichas empresas presionaron a los gobiernos de turno para expulsar los habitantes originarios de extensos territorios.
La obra expone la penetración del capital extranjero en el Estado y la creación de un poder superior al gobierno de turno.
Volviendo a la realidad del siglo XXI, la propuesta de Trump no la comparte ninguna figura destacada del Partido Republicano ni del Partido Demócrata en los Estados Unidos, porque al parecer rompe la política exterior estadounidense, que durante mucho tiempo ha enfatizado una solución de dos Estados para Israel y Palestina.
Asimismo, cabe recordar que el Ejército israelí ha acabado con la vida de más de 47.000 palestinos. La mayoría de ellos mujeres y niños, desde que arrancó su ofensiva en represalia por los atentados de Hamás del 7 de octubre de 2023.
El Consejo de Relaciones Estadounidenses-Islámicas (CAIR), la mayor organización de musulmanes en Estados Unidos, tildó de «delirante y peligrosa» la propuesta del presidente Trump.
«‘Trump pide una limpieza étnica de los palestinos de Gaza’, ese debería ser el titular», escribió el analista político e historiador sobre Oriente Medio, Assal Rad, en X, entre muchos otros.