Por José Albuccó.- El estallido social, luego del 18 de octubre de 2019, y la posterior pandemia por Covid-19 que comenzó en 2020 y nos sigue acompañando hasta hoy, han sido hitos fundamentales para enfrentar el próximo proceso constituyente que se inicia el 11 de abril con la elección de los convencionales, quienes tendrán a su cargo la redacción de la nueva constitución, la naciente carta de navegación de nuestra institucionalidad. El Día Internacional de la Mujer, se conmemoró en un momento de grandes desafíos, tanto en materia de paridad de género como de nuestro futuro como país.
Recordemos que la paridad de género, tanto en las listas de candidatos y candidatas a convencionales como en la elección misma, ha sido un importante tema de discusión política, la cual quedó zanjada en una reforma constitucional. De este modo, las listas tendrán una representación paritaria, de tal modo de facilitar la elección de igual número de hombres y mujeres en cada distrito, o con una diferencia de no más de uno o una. En el caso de que, aún así, haya un sexo sobrerrepresentado, la candidatura de este grupo con menos votos quedará fuera de la convención y entrará la candidatura con mayor votación del sexo subrepresentado.
La presencia paritaria de la mujer en el proceso constituyente se torna hoy fundamental y obligatoria para el Chile de hoy y el de las nuevas generaciones, dando cuenta de los cambios de una sociedad patriarcal que, de forma paulatina, fue abriendo nuevos espacios de participación.
Recordemos que hace 144 años el Decreto Amunátegui permitió el ingreso de la mujer chilena a la universidad, siendo el primer signo de incorporación de la capacidad, creatividad y perseverancia de la mujer al mundo público. En este sentido, y haciendo eco de este recorrido histórico, en este proceso constituyente las mujeres serán también las grandes artífices del cambio, haciendo sentir su voz y conocimiento en el ámbito de la política, de la educación, el patrimonio y las artes, entre otros.
En el ámbito patrimonial, las mujeres han entregado un significativo aporte a la memoria artístico-histórica de nuestro país, siendo muchas veces invisibilizadas en el relato público y en el currículum educacional. Esto ha quedado evidenciado, por ejemplo, en las mujeres provenientes de nuestros pueblos originarios que han sido destacadas como tesoros humanos vivos de Chile.
En este mes de reflexión es fundamental dar la bienvenida a todas estas mujeres que, desafiando creencias y barreras sociales, han tomado la decisión de ser parte de este cambio, atreviéndose a ser partícipes de la nueva constitución y a generar un patrimonio vivo en nuestro tejido social.
José Albuccó es profesor de Historia y Geografía, licenciado en Estética, académico de la Universidad Católica Silva Henríquez y fundador del blog Patrimonio y Arte.