Pero «La Buena Terrorista» de la Premio Nobel 2007 Doris Lessing, una escritora británica que refleja en sus líneas el desencanto por el discurso revolucionario, especialmente en la segunda mitad del siglo XX.
En efecto, «La Buena Terrorista» es un recorrido intimista, a partir de la protagonista, una mujer joven que ha formado sus ideas de cambio sobre la base del contacto con otros más que a través de la propia convicción que da su lectura y su estudio, ambos elementos desechados como parte del sistema capitalista y de una vida pequeño burguesa que siempre fue desestimada por el comunismo soviético.
Siempre desde su óptica, como si se estuviera permanentemente dentro de la mente de la afanosa rebelde, se entretejen las angustias de vivir en casas comunitarias en la Gran Bretaña de mediados de los 80, bajo la administración neoliberal de Margaret Tatcher, tironeados por las ansias revolucionarias del IRA y de Moscú, intentando fervientemente ser factores reales de cambio, pero sin disciplina, sin formación, sin anhelos, sin proyectos.
El libro retrata una época de conflictos sociales e ideológicos que se plasmaron también en las relaciones familiares, todas las cuales quedan como lazos rotos en lo profundo del alma, con generaciones emocionalmente huérfanas. Parece querer decirnos que todos los que viven de los sueños terminan por cortar las amarras de su propia memoria y quedar a la deriva.
La novela de Doris Lessing es una crítica profunda al autoritarismo de los movimientos revolucionarios de los 80, y lo hace con conocimiento, pues la autora fue comunista militante en los años 40 y 50 y tuvo contactos ideológicos serios en la izquierda británica, pero terminó desencantada, lo que se plasma en esta y otras novelas.
Vale la pena indagar en la angustia de la protagonista, una «buena terrorista» que se entusiasma por la violencia sin medir las consecuencias, como una salida ante la imposibilidad de cambio real, como si al darse cuenta de que los sistemas no pueden ser derrumbados con manifestaciones (como las que hacen frente a la ex primer ministra), se terminan encegueciendo con el daño fulminante.
La muerte de Charlie Kirk no solo interpela nuestra sensibilidad política, sino que revela cómo…
La próxima presidencia no será simplemente una gestión más: será una cirugía mayor sobre una…
Crónica de la excomunión, la protesta popular y la huida del obispo Juan Pérez de…
Entre bienestar social y cirugía macroeconómica, las opciones presidenciales de Jara y Matthei se debaten…
Las reformas como las 40 horas y el salario mínimo exigen distinguir entre lo que…
El nombramiento de una ministra virtual en Albania revela el potencial y los dilemas de…