Categorías: Opinión

La cooperación internacional versus la guerra por la vacuna

Por Claudio Arzola Foitzick.- La “guerra” desatada entre países desarrollados para descubrir la vacuna que inocule al ser humano del COVID-19, nos llena de esperanzas, pero también de desazón, pues a pesar de que leemos que ya está casi lista, y en un tiempo récord, solo nos deja dudas sobre su precio y distribución.  ¿Quién se hará cargo de la inmunización de la humanidad? ¿Cuánto costará y cómo será su distribución? ¿Quiénes serán los primeros en obtenerla?

La lucha de los países desarrollados por conseguir una vacuna es una clara demostración por el prestigio político y de poder. Cada país piensa en sus propios ciudadanos. En donde gobiernos de Alemania o EEUU han invertido grandes sumas de dinero en las farmacéuticas para encontrar la vacuna en tiempo récord.

Rusia fue el primer país en el mundo que registró una vacuna en contra el Coronavirus, en agosto recién pasado. Aunque la guerra entre EEUU y China por producir la primera vacuna ha sido otro frente de batalla en esta guerra comercial en la que, sin dudas China ha sabido sacarle ventajas pues ha demostrado hasta el día de hoy que tiene bajo control la infección y que en los EEUU el virus ha avanzado en una forma horrorosa siendo el actual foco de la pandemia, con cerca de 7 millones de infectados.

Por otro lado, nuestro planeta tienen una población que bordea los 8 mil millones de seres humanos a quienes habrá que inmunizar de alguna forma.

Según las últimas cifras, se han registrado más de 30,1 millones de casos y más de 947.000 muertes en todo el mundo en solo 9 meses desde que se dio la voz de alerta a comienzos de este año. Y sigue avanzando.

En nuestra historia se han registrado cinco grandes pandemias reconocidas como extremadamente fatales, que se llevaron a millones de vidas y pusieron en jaque a la humanidad y a la ciencia para encontrar una cura.

La Viruela, una enfermedad grave y extremadamente contagiosa que llegó a tener tasas de mortalidad de hasta el 30%; la Gripe Española, un brote de Influenza virus A del subtipo H1N1, durante la I Guerra Mundial, se esparció por medio mundo sin control, dejando a su paso a más de 50 millones de fallecidos; el Sarampión, que acabó con la vida de 200 millones de personas antes de que se encontrase una vacuna; la Peste negra, una pandemia que asoló Europa a mediados del siglo XIV y que redujo la población del Viejo Mundo desde 80 millones a tan sólo 30 millones entre 1347 y 1353; y el VIH, que a pesar de que pueda parecer una enfermedad diferente a las anteriores, tiene una tasa de mortalidad del 80% si no se trata a tiempo. Por el momento no hay cura.

Vista la historia y la realidad actual es esencial preguntarse por la distribución de la futura vacuna. ¿Cómo se hará la inmunización de la población del planeta? Sobre todo en los países menos favorecidos económicamente y que, de cierta forma, quedarían al margen de la inmunización masiva, por lo que, a su vez, podrían ser un potencial peligro en no erradicar o disminuir el virus de forma eficiente al mismo tiempo que el resto del mundo. “Nadie está seguro hasta que todos estén a salvo”.

Quizás no sea la respuesta definitiva, pero existen organizaciones humanitarias sin fines de lucro como COVAX GAVI  The Vaccine Alliance que se han puesto en marcha para esta titánica labor en la compra y distribución masiva gratuita de la futura vacuna. Con un lema: “No es un país contra el otro, sino un mundo protegido”.

“Covax tiene una cartera de vacunas COVID-19 más grande y diversa del mundo, y como tal, representa la mejor esperanza del mundo de poner rápidamente fin a la fase aguda de ésta”. (Seth Barkley, Director de COVAX)

Por otra parte ¿quiénes sería los primeros en recibir la inmunización? “El acceso global equitativo a una vacuna, en particular protegiendo a los trabajadores de la salud y a los que están en mayor riesgo, es la única manera de mitigar el impacto económico y en la salud pública de la pandemia”.

Se trata de una iniciativa que se deben a la acción conjunta de los socios fundadores, tales como  la Organización Mundial de Salud, UNICEF, Bill & Melinda Gates Foundation y el Banco Mundial, además de 80 países potencialmente autofinanciados que han presentado expresiones de interés no vinculantes al Fondo COVAX coordinado por Gavi, uniéndose a 92 economías de ingresos bajos y medios que son elegibles para recibir el apoyo del Compromiso de Mercado Avanzado (AMC) de COVAX.

Es la unión de fuerzas multidisciplinarias más grande sin precedentes que se ha visto para derrotar la pandemia del coronavirus que, esperamos, dejará una gran huella en nuestra historia.

Alvaro Medina

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