Por José Ignacio Avello.- Nuestras instituciones armadas durante muchos años han prestado servicio de mantención de la seguridad en el país, con una mirada desde el territorio soberano y donde la historia les ha entregado grandes responsabilidades.
Desde hace unos meses, su profesionalismo, entrega y dedicación a la labor militar se ha centrado en situaciones donde la corrupción y mal uso de recursos por parte de algunos funcionarios han dejado a las instituciones armadas en uno de sus peores momentos después del retorno a la democracia.
Podemos definir culpas, pero no generalizar. Existen responsabilidades individuales y, por sobre todo, de mando, quienes son ellos los encargados de informar, apreciar, ordenar y, lo más importante, fiscalizar.
Es debido a esto que, desde una mirada progresista y con la idea de que nuestros sectores comiencen a plantear ideas para meternos de lleno en las decisiones o construcción de nuevas políticas de administración de la Defensa Nacional, debemos construir un relato donde seamos capaces de debatir sobre seguridad, defensa y muchos otros temas que debemos retomar con fuerza y dedicación.
Se deben construir equipos de trabajo donde potenciemos la relación cívico militar pero, por sobre todo, una de las cosas más importantes es el reordenamiento de los recursos que llegan a estas instituciones. Chile ya no está para tolerar este tipo de acciones que solo enlodan la imagen de orgánicas importantes del Ejecutivo y que son preparadas y formadas con recursos de todos los chilenos.
Debemos generar unidades especialistas con el personal capacitado para el mejor control de los recursos, que sean capaces de exigir las auditorías temporales y llevar al día la información sobre en qué se está invirtiendo, como también que las responsabilidades administrativas de quienes caen en ilícitos no tan sólo se busquen bajo el Código de Justicia Militar o alguna simple sanción. Aquí se debe realizar un cambio de fondo en la reglamentación de quienes administran la parte jurídica en las FFAA, que además debe ser gente preparada y con el perfil profesional a la altura del cargo. A eso llamaremos modernización.
Es justo también poder dejar claro que en esta crisis interna de las FFAA existe una responsabilidad directa del Ejecutivo, que por mucho tiempo delegó y entregó facultades para que las instituciones tomarán decisiones prácticamente solas y sin mayor entrega de información hacia los gobernantes. Es algo que debemos asumir desde el punto de vista político, del control y la gestión.
¿Hasta cuándo seguiremos con esta crisis? ¿Esto es sólo el comienzo? ¿Hay más sorpresas? Yo creo que, lamentablemente, esto continuará. Están apareciendo todos los días situaciones que son lamentables, abusos de poder, descontrol en las finanzas y por sobre todo el maltrato hacia quienes quieren denunciar malas prácticas en las instituciones. ¿Cómo protegemos a quienes han aclarado estos temas? Es una situación compleja, porque quien denuncia algo es sancionado, o sea, ya debemos ir pensando, por ejemplo, en construir o constituir una unidad especializada con la participación de civiles donde se pueda brindar protección al denunciante.
Es de esta manera que Chile podrá avanzar hacia la construcción de propuestas para la modernización de las FFAA y de Orden. Son nuestros partidos, en sus áreas programáticas, los que deben trabajar muy unidos con un solo objetivo: sacar adelante algo tan significativo e importante como las instituciones de la Defensa Nacional.
José Ignacio Avello es Secretario nacional de defensa y seguridad nacional PPD y Magíster© en Cs. Políticas y comunicaciones