Cultura(s)

Curiosidades de la Historia: el amor en el origen de la calle Morandé

Juan Medina nos lleva al origen del nombre de la calle Morandé: una historia de amor de un noble francés avecindado en Chile en el siglo XVIII.

Por Juan Medina Torres.- La Plaza de Armas de Santiago, desde la fundación de nuestra capital, constituyó el espacio de una intensa vida social. En la Plaza Mayor se realizaban las actividades comerciales, ceremoniales, desfiles, procesiones, misas de campaña y también servía de sitio para el cumplimiento de las ejecuciones judiciales.

La historia nos cuenta que a  principios del siglo XVIII, en el costado oriente de la Plaza de Armas, don Juan Francisco Briand de Morandais, señor de Morigandais construyó una lujosa morada para vivir con su hermosa esposa doña Juana Caxigal y Solar, hija del Tesorero Real don Mateo Caxigal.

La elección del lugar para vivir, por parte de la pareja, no fue casual: en la Plaza Mayor se ubicaban los edificios de la Real Audiencia, la catedral, el edificio del ayuntamiento y, además, en la calle del Rey (actual calle Estado), vivían las principales familias de la elite santiaguina.

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Don Juan Francisco Briand de Morandais, señor de Morigandais , francés, nació en Saint-Malo, el 23 de diciembre de 1682, fue el mayor de los hijos del noble Juan Briand, señor de la Morigandais. Llegó a Concepción en 1708 y se unió en matrimonio con doña Juana Caxigal y Solar el 25 de Mayo de 1716.

En Concepción fue nombrado capitán de caballería en 1719 y combatió en la frontera costeando a su haber doce soldados. Luego pasó a Santiago donde ejerció como Tesorero General de la Cruzada del Reino de Chile.

Avecindado en Santiago construyó su casa en la Plaza de Armas, y allí vivió por algún tiempo. Pero doña Juana vivía aterrorizada al escuchar los constantes lamentos de los que azotaban en el rollo, que estaba frente a la puerta de su casa y, además, ver los cadáveres de los ajusticiados que permanecían colgados en la horca por varios días. Evidentemente no eran  espectáculos para doña Juana.

Así entonces, don Francisco se decidió cambiar de domicilio y eligió la esquina sur este de la calle del Real con la de la Botica, porque en ella los jesuitas mantenían uno de estos establecimientos. Allí le edificó a su esposa otra no menos suntuosa casa. La esquina es la misma donde hasta hace algunos años se ubicó la ex intendencia de Santiago.

Por ello, la calle de Morandé debe su denominación a la familia de este apellido (Morandais) que vivió en la esquina sur este de la calle de La Moneda.

Alvaro Medina

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