Lanata y el capítulo sobre Hugo Chávez en “Malditos”

Alejandro Félix de Souza recuerda el capítulo del programa del legendario periodista argentino Jorge Lanata sobre Hugo Chávez.

Por Alejandro Félix de Souza (desde Panamá).- En este nuevo Alejandrario, deseo compartir con ustedes mis reflexiones en torno a la figura de Jorge Lanata, un periodista argentino a quien le cabría perfectamente el adjetivo de “disruptivo”, que ha marcado notablemente el panorama mediático de su país y de América Latina, y que falleció hace unos días.

Conocido por su estilo frontal y sus investigaciones de alto impacto, Lanata ha sabido instalar temas y polémicas que van más allá de lo meramente noticioso, convirtiéndose en un referente para quienes buscamos entender las intersecciones entre poder, sociedad y cultura.

Este Alejandrario guarda particular relevancia por los eventos recientes en Venezuela. Dos de los protagonistas de estas entrevistas estuvieron esta semana en Panamá, y estaban justo delante de mí este pasado miércoles, cuando el Presidente Electo de Venezuela, Edmundo González Urrutia, luego de ser recibido por el Presidente de Panamá, José Raúl Mulino y su Canciller, Javier Martínez Acha, así como otras autoridades panameñas, dejó en custodia en Panamá las copias de las actas que reflejan y evidencian su triunfo incontestable en las pasadas elecciones presidenciales venezolanas.

Les invito a ver el video adjunto y particularmente el cierre, que encoge el corazón, pues no es fácil verse forzado por las circunstancias a abandonar patria, afectos y raíces para escapar de la opresión política.

Un breve repaso a la trayectoria de Lanata

A finales de la década de 1980, Jorge Lanata fundó el diario Página/12. Para mí, como analista de asuntos internacionales (y, permítanme la digresión, apasionado lector de periódicos “alternativos”), resultó fascinante ver cómo, desde sus inicios, Lanata articuló un periodismo centrado en el ciudadano y la república, crítico de las lógicas tradicionales y muy volcado a la denuncia de la corrupción y los abusos en el poder político.

Su salto a la radio y a la televisión le permitió profundizar esos rasgos: cada uno de sus programas –pienso en Día D o Periodismo para Todos– enfrentó, a su manera, al poder político y económico. Esta combinación de denuncia y manejo de datos, aderezada con ironía y controversia, generó una huella inconfundible.

Cuando revisamos su estilo, notamos que Lanata siempre ha rechazado la complacencia. Ha incomodado a propios y ajenos, a veces con investigaciones de altísimo voltaje, a veces con afirmaciones punzantes que lo pusieron en el ojo de la tormenta mediática. Y en ese vaivén de aplausos y críticas, reside una parte de su magnetismo: no deja indiferente a nadie.

La serie “Malditos”

Lo que me atrae especialmente de Lanata es su inquietud para reexaminar figuras del poder con una mirada distante de la condescendencia. En Malditos (a veces llamada Malditos: Actores del Poder), aborda a líderes y personajes políticos que, por sus posturas o sus decisiones, han dejado una marca tan profunda como controvertida. Cada episodio, con sus investigaciones de archivo y su formato de docuserie, ofrece un prisma muy personal: Lanata no pretende neutralidad, sino generar debate y sacudir consensos.

Hugo Chávez como emblema de un liderazgo singular

El capítulo sobre Hugo Chávez, producido en 2018, es, a mi juicio, uno de los más reveladores de la serie. Chávez personificó una visión revolucionaria que conquistó fervor popular, pero también provocó enérgicos rechazos. Lanata presenta, con su habitual combinación de sarcasmo y documentación, los contrastes: de un lado, un líder carismático; del otro, evidencias y experiencias de autoritarismo personalista, censura y corrupción.

En medio de esa dualidad, el capítulo observa cómo Venezuela se convirtió en un símbolo de la disputa geopolítica regional. Lanata recurre a testimonios de analistas y allegados de Chávez, a fin de mostrar las tensiones reales entre la promesa de una “revolución bolivariana” y las secuelas económicas y sociales que, a la larga, minaron el proyecto e iniciaron el camino hacia una dictadura autoritaria. A su vez, subraya la importancia de no dejarse encandilar por la épica: la realidad concreta de un país –en salud, educación, bienestar– debe mirarse con lupa, más allá de la retórica.

Algunas frases para pensar que se dijeron en “Malditos” sobre Chávez

Jorge Lanata (narrador):  “Los venezolanos soñaron a Chávez sin saber siquiera cómo se llamaba, y aquel militar morenito del interior llegó al poder de la mano de grupos que pensaron poder usarlo”.

Eduardo Cedeño (empresario exiliado): “En media hora de charla me di cuenta de que era un ‘delincuente perfecto’: muy simpático y encantador, pero con sed de venganza. No hay ningún estafador exitoso que no sea simpático. Y él es justamente la peor estafa que ha tenido Venezuela”.

Jorge Lanata (narrador): “El ‘por ahora’, dicho en el golpe del 92, mantuvo vivos a sus seguidores. En los años siguientes, Chávez alimentó esa esperanza de su gente hasta llegar al poder”.

Antonio Ledezma (ex alcalde de Caracas, detenido varias veces): “Cuando te sacan a la fuerza de tu oficina, sin orden judicial, y te desaparecen un tiempo, el sonido de la cerradura cada noche te produce escalofríos”.

Horacio Medina (exgerente de PDVSA): “Lo que le importaba a Chávez no era la empresa petrolera sino la renta para financiar su proyecto de socialismo del siglo XXI”.

Voz en off (entrevistado que describe la ascensión de Chávez): “Algunos grupos pensaron que, por ser un simple militar, podrían controlarlo, pero él tenía un plan mucho más claro de lo que creían”.

Ex colaborador del gobierno (funcionario que se alejó): “Se equivocó al rodearse de incondicionales y dejar de escuchar; cuando desoyó las voces críticas, el modelo se deformó”.

Jorge Lanata (narrador): “Chávez despertó dos monstruos terribles: la fantasía de que somos un país que no necesita trabajar porque ya somos ricos y el militarismo enquistado”.

Jorge Lanata (narrador, sobre la emigración de venezolanos): “Vi a miles bajando por el puente en Cúcuta hacia el exilio, con la mirada exaltada y miedo al futuro… y para ese entonces Chávez ya había muerto”.

Testimonio de exiliado (migrante que salió de Venezuela): “Tuve que vender mi cabello para costear el viaje; salimos a escondidas, sin despedirnos, abandonando todo”.

Nelson Mezerhane (empresario exiliado, según el testimonio): “Llamaba para tratar de convencerte de que él tenía la razón, de que era mejor que se lo apoyara… pero yo no creía nada de lo que decía”.

Jorge Lanata (narrador, reflexión final):  “Ese ‘militar morenito del interior’, con un discurso antiimperialista y apoyado por grandes grupos que lo creían manipulable, terminó generando el mayor éxodo que Venezuela haya vivido”.

(Cierra con la paradoja: Chávez surgió como esperanza, pero la realidad es que el chavismo ha empujado a millones al exilio).

Reflexiones para este presente

En la sociedad de hoy, tan llena de polarizaciones e inmediatismos, la propuesta de Lanata nos recuerda que la crítica y la distancia analítica son ingredientes sustanciales de la democracia. Nos pueden gustar más o menos sus modos, pero su abordaje a figuras políticas que concitan amores y odios –como Chávez– deja patente que nuestra comprensión de los líderes latinoamericanos debe ser compleja, investigada y, sí, a menudo incómoda.

Así, queridos amigos, los invito a revisar el capítulo de Hugo Chávez dentro de Malditos como un retrato de esos liderazgos que combinan luces y sombras, entregándonos un testimonio de cómo el poder moldea la historia y cómo el periodismo (en manos de un personaje tan controvertido como Lanata) intenta desentrañar sus misterios.

Espero este Alejandrario les abra el apetito por acercarse a la obra de Lanata, y por reflexionar sobre cómo narramos las trayectorias de nuestros “malditos” populistas, o, dicho de otro modo, de los grandes protagonistas “mal-bienqueridos” de nuestra agitada escena política. ¡Hasta el próximo encuentro!