Por Hugo Cox.- Existe bastante literatura que describe la actual situación global y de la que no escapa este pais, en que existe un vacío de sentido en una sociedad estimulada por modelos individualistas y hedonistas que invitan a vivir intensamente, aplicando medios extremos para lograr, muchas veces, fines que son insignificantes, generando un proceso mercantilización, híper mediatización, globalización, transnacionalización; un contexto en que los parámetros sociales, culturales, políticos, económicos, han cambiado profundamente las estructuras del país.
En esta escenografía Chile se orienta al 2023, un año que será complejo. Uno podrá ser pesimista, optimista o simplemente escéptico, pero no se puede dejar de constatar que las “bombas de tiempo” siguen presentes, y el gobierno deberá gestionar muy bien los conflictos que asoman en el horizonte. Si no son bien gestionados, se “podría hipotecar el futuro del pais por mucho tiempo”. Por lo tanto, es una obligación, un imperativo en que el discurso no es viable, y se debe actuar. Las bombas de tiempo son:
1.- Educación: producto de la pandemia y de diversos otros conflictos se ha producido un deterioro sistemático de la educación. Basta observar que existe un gran abandono del sector que ha llevado a un incremento de la deserción escolar en todos los niveles, en especial en la educación básica y media, aunque también en la universitaria y técnica. Por otra parte, los dos años de encierro llevaron a que la formación bajara en forma abrupta: alumnos que no se conectaban por diversas razones, como por ejemplo, conexión deficiente o simplemente inexistencia de internet, o en algunos casos un solo computador en la casa para varios que debían estudiar. El daño causado es inmenso, lo que provocó una gran desventaja para enfrentar el futuro, acentuando las desigualdades.
2.- Política: hay un acuerdo para una nueva constitución. Si bien es cierto, ya se firmó, se sabe que ningún pacto es perfecto, y hoy la obligación es respetarlo. En ese contexto, un sector de los firmantes pasó a cuestionarlo y pretende algunas modificaciones. Al parecer no se asume la derrota del cuatro de septiembre.
La política en democracia es siempre abierta y esto se debe a que se encuentra muy ligada a las contradicciones propias del ejercicio del debate político.
Hoy el acuerdo debe conducirse y gestionarse para lograr definitivamente una constitución que marque los bordes del accionar de la sociedad, con derechos y obligaciones.
3.- Previsión y Salud: Estas dos variables han estado presentes desde antes de octubre 2019 y deben tener una buena resolución, sin que eso afecte el crecimiento y el desarrollo.
4.- Revertir rápidamente el deterioro de la seguridad pública. Hoy resulta evidente que los grandes “ganadores” del estallido social fueron los narcos y el crimen organizado que, gracias al apoyo a la violencia y a la pérdida de legitimidad de Carabineros, tuvieron vía libre para consolidar un enorme control territorial. A lo anterior hay que agregar el conflicto en la Araucanía que es una mezcla de conflictos de pobreza, despojo de tierras, robo de madera, etc. En ese proceso, los sectores que ahora gobiernan no estuvieron dispuestos a reconocer que el deterioro del Estado de Derecho y del orden público dañaba al país en su conjunto y no solo a Sebastián Piñera. El objetivo fue más bien aprovechar las circunstancias, liquidar al adversario, sin importar los costos que eso tuviera para todos. Hoy son gobierno y deben gestionar este conflicto que puede tener funestas consecuencias para el país. Este es un conflicto de difícil gestión sino se cuenta con el apoyo de todas las fuerzas políticas del parlamento, más allá de las legítimas diferencias.
5.- Se deben acordar y gestionar reglas claras que fomenten la inversión en función del crecimiento y el desarrollo.
Para lograr la mejor gestión posible, los distintos sectores deben enfrentar de mejor manera la memoria que dificulta los acuerdos, hay dos formas de enfrentar el conflicto de la memoria que en el concepto de Tzvetan Todorov lo define de la siguiente manera:
“La memoria ejemplar es aquella que se despliega tanto en el ámbito privado como en el público: en lo privado, intentando superar el dolor de manera que éste no condicione la vida actual y en lo público buscar aprender de la experiencia, extraer lecciones de manera que el pasado sirva a la comunidad política para construir un futuro, y la literal es no superar los conflictos del pasado y esta se transforma en una verdadera mochila muy pesada que no permite enfrentar el presente y el futuro”.
En síntesis llego el momento de la gestión y de la prosa y no del verso.