Categorías: Opinión

Libertad de enseñanza versus participación comunitaria

Por Andrés Rodríguez Beltrán.- El debate sobre el resguardar el Derecho a la Libertad de Enseñanza vuelve a estar en la escena pública durante el proceso constituyente en que se encuentra nuestra sociedad. Diversos actores aparecen en el debate público para defender o rechazar este polémico principio. Durante los últimos 40 años, la libertad de enseñanza ha sido un principio rector del sistema educativo en un contexto de privatización y municipalización de las escuelas y liceos. Los resultados de estas políticas están a la vista y han sido analizados de forma crítica por diversos actores del debate educativo.

Hoy es claro que los sectores que defienden el principio de Libertad de Enseñanza se corresponden con actores que han utilizado el sistema educativo para realizar negocios o expandir sus cadenas de colegios privados o particulares subvencionados. La CONACEP como gremio empresarial, o la CONFEPA, como confederación, son fieles defensores de la libertad de enseñanza.

Sin embargo, no parecen defender tan enérgicamente el Derecho a Educación o el Derecho a Participación en la escuela. El problema de la libertad de enseñanza no es la diversidad de proyectos educativos, como mencionan sus defensores, sino que, justamente, atenta contra la posibilidad de construir proyectos educativos significativos para las comunidades educativas, ya que como principio ha sido la excusa para perseguir y criminalizar a docentes y estudiantes que no han compartido los valores que promueven los sostenedores escolares.

La defensa de proyectos educativos debiese estar puesta en la democratización del sistema educativo, una democratización que sea profunda y que considere tanto el ingreso a las escuelas, liceos, colegios y a la educación superior, así como también las instituciones, sus direcciones y sus proyectos educativos. La creación de proyectos educativos en función de la realidad social, cultural y económica en la que se inserta la escuela, con participación de los estamentos, y del contorno social puede ser una respuesta a la crisis que enfrenta la escuela como institución social.

Hoy tenemos la oportunidad de construir un nuevo tipo de Educación Pública con la participación de todos, todas y todes, y que responda a la discusión sobre la sociedad y el país que queremos, poniendo en el centro el conocimiento al servicio de las comunidades, los pueblos y sus necesidades.

Andrés Rodríguez Beltrán es psicólogo, diplomado en Psicología Educacional y profesional del Centro de Salud Mental en Comunidades Educativas UAHC

Alvaro Medina

Entradas recientes

Listas de espera: ¿dos años para sonreír?

La prolongación de las listas de espera en el Hospital Sótero del Río pone en…

9 horas hace

La obligación moral del poder nuclear

A 80 años de Hiroshima y Nagasaki, el mundo sigue atrapado en la paradoja nuclear:…

10 horas hace

WhatsApp y el secuestro de nuestra voz interior

La cultura de los estados en WhatsApp sacrifica el diálogo interno por un circo de…

10 horas hace

América Latina y el Caribe: la región más desigual del mundo

América Latina enfrenta su segunda década perdida. José Manuel Salazar-Xirinachs, Secretario Ejecutivo de la CEPAL,…

10 horas hace

La otra pandemia: el Síndrome de Agotamiento Emocional

El agotamiento emocional prolongado impacta en el bienestar personal y profesional; este artículo examina sus…

10 horas hace

La elección que no miramos: Chile vibra con la presidencial, pero se juega el futuro en el Parlamento

La elección parlamentaria del 16 de noviembre de 2025 determinará la capacidad de gobernar del…

11 horas hace