Una eventual victoria de Javier Milei requeriría alianzas con el mundo político de Argentina que tanto ha criticado. No basta con ganar las primarias, dice el académico Samuel Fernández.
Por Samuel Fernández Illanes.- Si se altera el título de la canción más conocida, de la ópera “Evita”, se puede describir la situación de Argentina: Llora por Argentina.
Las recientes elecciones PASO lo han dejado asombrado e incierto. Irrumpe el candidato menos esperado en las encuestas, Javier Milei, de Libertad Avanza, con un programa disruptivo, triunfador en casi todas las provincias, incluso las dominadas por la familia Kirchner o por el peronismo.
Tampoco la actual oposición de “Juntos por el Cambio”, y la ventaja de Patricia Bullrich sobre Rodríguez Larreta, ni el tercer lugar del oficialista Ministro de Economía, Sergio Massa, han definido claramente quién ganará la primera y segunda vuelta presidencial.
Por ahora, evidencia la molestia del electorado ante la crisis profunda imperante y el clamor por cambios que Milei representa.
Más de cuarenta años donde la alternancia entre gobiernos peronistas y contrarios –sin lograr completar sus mandatos, salvo con Mauricio Macri- era considerada habitual en Argentina, ahora se ha trastocado.
Sus efectos han profundizado la fragilidad económica, que podría aumentar. Un país potencialmente tan rico como Argentina tiene casi un 120% de inflación, 40% de pobreza, una deuda externa inmensa y un cambio peso-dólar incontrolable.
Son un desafío extraordinario para quien llegue a la presidencia, y sobre todo para Milei, si fuere elegido, y que planifica cambiarlo todo, terminando con tantos años de clientelismo, subsidios y dependencia estatal, de gran parte de la población.
¿Podrá hacerlo, luchando con lo establecido por décadas, la pobreza de hoy y ofreciendo resultados de largo plazo probables frente a grandes necesidades actuales? Arriesga hasta levantamientos populares.
Requeriría de alianzas con quienes tanto criticó, y que tienen objetivos propios y contrapuestos. No basta con ganar las primarias, el verdadero desafío será ganar las elecciones, y sobre todo, gobernar con resultados.
Samuel Fernández Illanes es académico de la Facultad de Derecho, U. Central