El apoyo de los 33 de Atacama a los niños tailandeses atrapados en una cueva inundada resuena en el mundo. Uno de los principales medios internacionales que ha tomado el tema ha sido el diario estadounidense The Washington Post, que destacó los mensajes de varios de los mineros que estuvieron atrapados por 69 días a centenares de metros bajo la tierra.
Uno de los mencionados es Omar Reygadas. El periódico de EEUU señala que él -ahora un viudo de 64 años-, “fue el 17 ° minero levantado del refugio de 2.300 pies de profundidad en un esfuerzo de rescate dramático que capturó la atención del mundo. Ahora, Reygadas está mirando desde Chile cómo expertos internacionales compiten por liberar a un equipo de 12 niños y su asistente de entrenador de fútbol de un complejo de cuevas inundadas en el norte de Tailandia”.
“Es terrible para ellos, son pequeños, pero creo que los muchachos con mucha fuerza van a poder estar completos cuando salgan”, dijo Reygadas a la agencia AP. Mientras dijo que es difícil para él dar algún consejo, alentó a los niños a concentrarse en “reunirse con sus familias”.
“No deberían avergonzarse de tener miedo”, agregó, “porque también estábamos asustados. Nuestras lágrimas también corrieron. Incluso como hombres adultos, lloramos”.
Mario Sepúlveda, otro minero de los 33 que fue apodado “Super Mario” en 2010 como el dinámico portavoz de los videos enviados desde abajo, también envió su apoyo. “No tengo dudas de que si el gobierno de este país pone todo lo que puede. . . este rescate tendrá éxito”, dijo a Agencia France-Presse en un mensaje de video. “Estamos orando por cada uno de ustedes”.
El equipo de niños tailandeses de entre 11 y 16 años exploraban una cueva de 7 kilómetros de largo con su entrenador asistente cuando el nivel del agua subía, atrapándolos en una de las cámaras del complejo. En las dos semanas transcurridas desde su desaparición, el esfuerzo por encontrar, y ahora rescatar, al grupo ha llamado la atención de las comunidades de todo el mundo. Según los informes, más de 1.000 personas de diversos países participan en los esfuerzos de rescate, y aún más se han ofrecido como voluntarios para ayudar.