
Por Nassib Segovia.- En Chile hablamos cada vez más de trayectorias formativas, movilidad social y aprendizaje a lo largo de la vida. Sin embargo, el Marco Nacional de Cualificaciones (MNC) de la Educación Superior sigue siendo un instrumento más citado que aplicado. El problema es que aún persisten vacíos en las normas, mecanismos e instrumentos necesarios para reconocer aprendizajes previos y certificar competencias relevantes en un mercado laboral dinámico y competitivo.
Esta debilidad se expresa en una implementación desigual del reconocimiento de aprendizajes. La educación técnico-profesional ha mostrado avances mediante iniciativas como Chile Califica, orientadas a trabajadores calificados o semicalificados.
En la educación superior, en cambio, programas como MECESUP han tendido a condicionar el reconocimiento a certificaciones formales más que a cualificaciones laborales, en parte por la escasa aplicación del MNC. Ello ha limitado el reconocimiento sistemático de aprendizajes no formales e informales y ha instalado el desafío de construir estándares compartidos que otorguen legitimidad y confianza.
El Aprendizaje a lo Largo de la Vida integra educación formal, no formal e informal, y el MNC debería articular estos ámbitos, reconocer trayectorias invisibles, permitir comparar programas, vincular formación con roles laborales y dar continuidad real a las rutas formativas.
No obstante, su instalación ha sido parcial, y algunas instituciones lo utilizan como mecanismo de admisión o continuidad de estudios, sin que exista aún una política estatal que lo consolide como estándar para el diseño curricular o el reconocimiento efectivo de aprendizajes. La experiencia internacional muestra otro camino: Canadá, Australia, Holanda, entre otros, lo han integrado a marcos nacionales, articulando educación, trabajo y formación continua con reglas claras y legitimidad sistémica.
Actualizar el MNC de Educación Superior es clave para que el reconocimiento de aprendizajes sea creíble y comparable. Sin un marco común, las trayectorias quedan sujetas al azar de la convalidación institucional, mientras que su aplicación permitiría movilidad social efectiva, fortalecer el capital humano y alinear educación, empleo y desarrollo nacional.
Nassib Segovia es vicedecano Facultad de Economía, Gobierno y Comunicaciones, U.Central
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