ElPensador.io.- «Me impresionó la reflexión, el discernimiento y las decisiones que se tomaron… Pero lo que más me impactó fue el ejemplo de una comunidad episcopal unificada. Gracias por este ejemplo edificante».
Esa fue la respuesta del Papa Francisco ante la carta de los obispos chilenos que se reunieron toda la semana pasada y el viernes último pidieron el perdón de los feligreses y en particular de las víctimas de abuso sexual y encubrimiento de parte de sacerdotes y obispos.
El Papa reconoció las medidas anunciadas por el clero nacional para enfrentar este tema, en particular, el anuncio de que buscarían llegar a un acuerdo con el Ministerio Público para “intercambiar información” sobre casos de abusos “que cumpla con nuestros estándares”, sin explicar qué estándares o criterios son esos.
Agregó que los pasos dados por el episcopado eran “realistas y concretos” y que confiaba en que harían una diferencia «decisiva».
El cambio de postura del Papa respecto de los obispos es notorio. A principios de año había acusado una “cultura de abusos” y hasta había dado cuenta de la destrucción de evidencias. Ha mantenido en vilo los cargos de toda la curia chilena, sacando de sus cargos sólo a algunos de los obispos que había puesto sus cargos a disposición.
El espaldarazo se produce en medio de la solicitud general por la destitución del cardenal Ricardo Ezzati y el anuncio del Presidente Piñera en torno a que no asistiría al Te Déum ecuménico de Fiestas Patrias por el rol que le cabe al arzobispo de Santiago en los casos de abuso, que incluso lo llevan a declarar próximamente como imputado en un caso de encubrimiento.