Señor director:
Es una buena noticia que Chile cuente con su primera Política Nacional Migratoria. Este hecho no debe pasar desapercibido.
En primer lugar, porque una política pública es una respuesta estatal muy compleja de lograr. Requiere construir un diagnóstico técnico sólido.
Luego viene lo más difícil: establecer acuerdos y soluciones entre distintos actores.
Es por eso que los politólogos damos un énfasis especial a la propia dimensión política del proceso de diseño e implementación de una política pública, entendiendo que esta forma parte de un contexto mucho mayor, donde las voluntades y el diálogo son fundamentales.
Ver también:
En segundo lugar, porque la migración se convirtió en el último tiempo en la “papa caliente” que nadie quiere asir. Es un tema que lamentablemente se ha visto instrumentalizado por muchos actores políticos conforme a las temperaturas electorales, donde dominan percepciones influenciadas por discursos xenófobos.
Respecto a este diseño me gustaría destacar algunas medidas:
Dra. Neida Colmenares
Académica U. Central
Presidenta del Consejo de la Sociedad Civil del Servicio Nacional de Migraciones
La muerte de Charlie Kirk no solo interpela nuestra sensibilidad política, sino que revela cómo…
La próxima presidencia no será simplemente una gestión más: será una cirugía mayor sobre una…
Crónica de la excomunión, la protesta popular y la huida del obispo Juan Pérez de…
Entre bienestar social y cirugía macroeconómica, las opciones presidenciales de Jara y Matthei se debaten…
Las reformas como las 40 horas y el salario mínimo exigen distinguir entre lo que…
El nombramiento de una ministra virtual en Albania revela el potencial y los dilemas de…