Por Priscilla Carrasco.- Son momentos de grandes cambios y transformaciones. Nuestra sociedad ha experimentado en los últimos años una serie de ajustes. Pandemia de por medio, hemos tenido que aprender a relacionarnos de forma diferente, a trabajar en condiciones distintas, a flexibilizar y ajustar planificaciones.
Comenzando el año nos encontramos con nuevos procesos y uno de ellos, quizás de los más relevantes de 2022, son las elecciones de nueva mesa directiva de la Convención Constitucional. La presidencia de uno de los espacios más importantes de nuestro país será nuevamente liderado por una mujer, profesional, representante de territorios y de una región, con un Doctorado como grado académico, un grado tan ansiado por muchas de nosotras que justamente por temas de cuidados, de acceso, culturales y sociales ha sido más difícil de lograr. María Elisa Quinteros, odontóloga, realizó un magíster y doctorado en Salud Pública y hasta antes de la Convención se desempeñaba como académica e investigadora.
Justamente relevamos, en esta oportunidad, el grado académico de Doctora, pues se constituye en un gran logro para una mujer, tal como señala el Documento Radiografía de Género, realizado por la División de Estudios y Estadísticas del Ministerio de Ciencias Tecnología Conocimiento e Innovación en diciembre 2020: “La matrícula de educación superior en Chile el 2020 registra un menor porcentaje de mujeres que de hombres a medida que se avanza en el grado académico (de pregrado, a magíster y luego a doctorado)… “La brecha se hace especialmente notoria entre sexos a nivel de doctorado”.
Con esta evidencia, no podemos dejar pasar el aporte de la saliente Presidenta de la misma instancia, Elisa Loncón, mujer mapuche, profesional y con grado académico de Doctora, con una larga trayectora en investigación y docencia. Profesora de inglés, con cursos de postítulo, y magister, un PhD y un Doctorado.
Ambas mujeres nos inspiran en varias dimensiones y permiten pensar que los cambios son posibles, que contaremos con una nueva Constitución que considera miradas diversas, con ejercicios de liderazgos femeninos diferentes a los habituales y conocidos. Lo anterior, nos invita a detenernos en lo desafiante que es abordar las trayectorias académicas pues ahí también se ven reflejadas las diferencias, marcadas por condiciones sociales y culturales. Es hora de cambiar, celebramos el hito que mujeres presidan la convención y, por cierto, que ambas cuenten con sus grados académicos que suponemos implicaron un gran esfuerzo personal.
Esperamos que esta sea la puerta de entrada para desarrollar una sociedad con más mujeres en cargos de toma de decisición y con posibilidades de desarrollo académico en igualdad de condiciones que nuestros colegas.
Priscilla Carrasco Pizarro es académica y Jefa de la Unidad de Género y Diversidad de la Universidad Central de Chile