En un país donde el desempleo juvenil es una realidad que golpea a una parte significativa de la población, la colaboración entre instituciones de educación superior y empresas se vuelve crucial.
Por Santiago González.- El desempleo en Chile sigue siendo un tema de preocupación para el país, afectando especialmente a la población joven. Según datos recientes del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), la tasa de desocupación nacional se ubicó en un 8,3% durante el trimestre abril-junio de 2024. Sin embargo, la situación se agrava considerablemente entre los jóvenes.
Esta situación no sólo refleja la complejidad del acceso al mercado laboral para este grupo, sino que también evidencia las profundas brechas de desigualdad que persisten, limitando la autonomía y el desarrollo pleno de esta generación.
Ver también:
Los desafíos de enfrentar las vulnerabilidades en Chile
En un contexto donde las oportunidades laborales para los jóvenes son cada vez más escasas, iniciativas como la Cuarta Feria Laboral CUP cobran una relevancia aún mayor. Este evento, que surge como resultado de un esfuerzo conjunto entre 16 universidades chilenas, no sólo representa una respuesta concreta al desafío del desempleo juvenil, sino que también se ha posicionado como un ejemplo de la responsabilidad social de las instituciones de educación superior hacia sus estudiantes y egresados.
En un país donde el desempleo juvenil es una realidad que golpea a una parte significativa de la población, la colaboración entre instituciones de educación superior y empresas se vuelve crucial. La tarea es grande, pero con el esfuerzo y la colaboración de todos los actores involucrados, ciertamente es posible reducir las brechas y ofrecer a nuestros jóvenes talentos las oportunidades que merecen para alcanzar su autonomía y contribuir al desarrollo de Chile.
Santiago González Larraín es presidente de la Corporación de Universidades Privadas y Rector de la U. Central