Filosofía

¿Qué son los Mundos Sutiles?

Lo sutil es esa dimensión más allá de lo material y tangible… Pueden ser dimensiones vibratorias de energía sutil, manifestaciones espirituales que trascienden las limitaciones del mundo material, dice Carlos Cantero.

Por Carlos Cantero.- Una Pascua, desde la remota antigüedad, es ocasión de cierre de ciclo, momentos de paso o cambio, de un estado a otro. Se asocia con resurrección de la naturaleza, símbolo de fertilidad, renacimiento y regeneración, el fin del invierno u oscuridad, la llegada de la luz de verano. Estos momentos significativos se asocian a festividades para cuerpo y alma. Las Pascuas son propicias para la instrospección, para volcar la mirada hacia nuestra interioridad.

En un espacio-tiempo pascual, entonces, abordo la reflexión ¿Qué son los mundos sutiles?

Lo sutil es esa dimensión más allá de lo material y tangible (que se percibe con métricas precisas). Son aquellos reinos de la existencia que, aunque no plenamente perceptibles por nuestros sentidos físicos, influyen profundamente en nuestra experiencia y realidad.

Ver también:
Jaime Galté: Parapsicología y espiritualidad en el Chile del siglo XX
Gabriela Mistral y su desconocida historia espiritual

Pueden ser dimensiones vibratorias de energía sutil, manifestaciones espirituales que trascienden las limitaciones del mundo material. Ofrecen una perspectiva amplia de la realidad, más allá de lo físico (Metafísica).

Lo sutil interactúa con nuestro mundo (física cuántica), con nuestra interioridad: experiencias, pensamientos y emociones (lo subjetivo). Son dimensiones de intensa actividad emocional y mental: sueños, visiones e intuiciones. Planos de consciencia elevada, donde se accede a un conocimiento superior. Realidades alternativas que coexisten con la nuestra, ofreciendo posibilidades infinitas de iluminación y amor.

Lo sutil constituye una poética poiética (generativa), asociada a meditación, sueños, intuición y otros planos similares. En lo sutil pervive el lenguaje simbólico (del que nos enseña Karl G. Jung), atávico y ancestral: metáforas y signos abstractos y complejos, plenos de simbolismos, más allá de significados literales, que integran los planos físico, mental y espiritual.

Pueden ser detalles, matices, sensaciones o ideas que, al combinarse, crean una atmósfera, un significado o una experiencia particular, el egregor o entidad psíquica que surge de los pensamientos y emociones de un grupo de personas, una mente colectiva que puede influir en los pensamientos de los miembros del grupo, por emociones, sentimientos, pensamientos, intuiciones, conceptos abstractos. Pero que tienen gran impacto en las personas, constituyen una realidad de naturaleza espiritual, vinculada con sanación emocional, crecimiento espiritual y elevación (expansión) de los estados de consciencia.

Nuestros pueblos originarios de la dorsal andina conocieron -desde hace milenios- estas prácticas. Es el Chamanismo, que considera diversas prácticas ancestrales de espiritualidad y comunicación interior, con dimensiones y entidades de otros planos.

La naturaleza asume como deidad y reflejo del alma, en diversas expresiones y planos. Una realidad más allá de lo material y tangible, universo interior y espiritual que coexiste con el mundo físico, con temporalidad que conecta el pasado, el presente y el futuro. La memoria juega un papel fundamental, ya que a través de ella se accede a los recuerdos y construye una identidad. La muerte no es vista como un final, sino como un tránsito hacia otro estado de existencia, en consciencia de la fragilidad de la vida y trascendencia de la existencia.

Los mundos sutiles, idealmente tienen un sentido positivo, de consciencia meliorista (doctrina que sostiene que el mundo es mejorable y que el ser humano es el protagonista de estas mejoras), también a la bonhomía, que es la bondad, sencillez y honradez, inherente al ser humano. Pero éstos también pueden tener dimensiones negativas y pesimistas, cuando las personas generan e irradian mala energía, rabia, envidia, soberbia, maldad, ignorancia, fanatismo y/o ambición. Corresponde al Karma y Dharma, cuenta personal de acciones de bien y mal de las que responderemos, o sus equivalencias en las distintas religiosidades y espiritualidades.

Esta reflexión viene desde la filosofía, en sintonía con Antonio Machado, o la interpretación del Serrat, que muestran  “Mundos sutiles, ingrávidos y gentiles, …”.

Que se expanda la consciencia y responsabilidad de lo sutil: el libre albedrío, la libertad de pensamiento, de consciencia, la responsabilidad de elegir entre el bien o el mal, de construir mundos de respeto, fraternidad, amor, paz y solidaridad. Especialmente aquellos que, bajo causa de apariencia noble, generan mal, daño, dolor o detrimento a su prójimo. ¡Que así sea!

Carlos Cantero, Geógrafo y Doctor en Sociología

Alvaro Medina

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Alvaro Medina
Etiquetas: espiritualidad

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