Por José María Vallejo.- Fernanda Bachelet viene a coronar un grosero proceso de amiguismo en la administración pública chilena. Amiguismo, no nepotismo. En el nepotismo uno puede contratar a un pariente que tiene las cualidades y competencias para un determinado cargo. Pero el amiguismo es más nefasto, aunque vaya acompañado de nepotismo. Se trata del clientelismo de las redes cercanas (“amigo, hazme un favor…. Tengo una hija que busca pega…”)…