La televisión se ha transformado en un espectáculo y la consecuencia es que ha perdido credibilidad en materia informativa, dice Ernesto Yáñez.
Por Ernesto Yáñez.- La información entregada por la televisión es concebida como un espectáculo. Así la define el sociólogo y filósofo francés Gilles Lipovetsky en su libro “De la Ligereza”:
“El espectáculo de la información funciona como una especie de animación de la cotidianidad, de show emocional y sensacionalista. Los contenidos podrán ser horribles, pero la forma de conjunto es ligera, entregada como está al principio de lo fugaz, del olvido, de lo espectacular”.
Es decir, deja de lado su función informativa primordial, lo cual afecta su credibilidad y aquí cabe la pregunta si verdaderamente los noticiarios de televisión en Chile ayudan a formar una opinión pública informada.
“El precio que se paga por la espectacularización de la información suele ser la pérdida de profundidad y la descontextualización”. Esta afirmación del profesor Mariano Cebrián Herreros, se traduce, entonces, en la ausencia de un periodismo de profundidad, rico en análisis.
La encuesta del Consejo Nacional de Televisión entregada en noviembre de 2021 señala que la satisfacción con la TV abierta ha experimentado un notable descenso. Mientras en 1999 un 43% declaraba estar poco o nada satisfecho, esta proporción llegó al 72% en 2021, es decir existe un mayor nivel de insatisfacción.
La misma encuesta señala que, a pesar de que los canales de televisión abierta nacional son un medio de los más mencionados para informarse, muestran bajos niveles de confianza. En concreto, solo un 23% confía en esa información, siendo el medio con menos confianza.
En línea con esa desconfianza se puede ver que entre quienes utilizan los canales de televisión abierta nacional como medio informativo, el 88% cree que hay ciertas noticias que no se dan a conocer.
También se observa un aumento en la percepción de que los noticiarios de la televisión abierta ocultan información: si en 2008 un 62% de las personas encuestadas declaraba que había ciertas noticias que no se daban a conocer, esta proporción aumentó a un 89% en 2021.
Hace algunos días, el abogado Nelson Caucoto -analizando los fallos que han terminado con los violadores de derechos humanos tras las rejas- se quejaba que dichas noticias no contaran con la difusión necesaria.
“Hace una semana cayeron 60 tipos condenados en el caso Colombo, otros 50 en el caso Conferencia, ¿y dónde salió esa noticia? ¿dónde está en los matinales? ¿cuándo fue noticia en Chile la condena en el caso Lonquén?
¿Cuándo fue noticia los tremendos casos que han sido resueltos? Los medios no lo instalan, no les interesa, esto no es noticia. ¿Cómo no va ser noticia que agentes del Estado, que militares de alta graduación y de todas las graduaciones, estén cayendo presos por haber cometido delitos hace tantos años atrás”.
Cuando el televidente se da cuenta que la información entregada es manipulada en respuesta a presiones políticas y comerciales y presenta hechos noticiosos completamente